Presidente Juan Manuel Santos dijo que su homólogo Hugo Chávez ordenó la movilización de dos brigadas contra los guerrilleros.
Unos ochenta rebeldes de las FARC que presumiblemente procedían de Venezuela causaron ayer lunes la muerte de doce militares de Colombia durante un ataque en la frontera común.
"Es un revés, un revés dentro de una guerra que estamos librando y en la que estamos avanzando y vamos ganando", expresó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que puso al tanto de los hechos a su colega venezolano, Hugo Chávez.
Santos dijo haberse comunicado por teléfono con Chávez por la mañana y por la tarde de hoy para advertirle de que, al parecer, los guerrilleros ingresaron desde territorio venezolano, al que regresaron una vez que cometieron el ataque.
En las conversaciones, Chávez le reiteró a Santos que no tolera la presencia de rebeldes en su país, según el colombiano, quien indicó que el venezolano le anunció que había impartido la orden de movilizar a la frontera dos brigadas militares.
Son brigadas que partieron con "instrucciones claras de tratar de detectar a estos bandidos de las FARC y, si se resisten, usarán las armas, les darán plomo", agregó Santos, que dio cuenta de estas gestiones en una alocución al país, desde el base militar del aeropuerto bogotano de Eldorado.
Unas horas antes, Chávez había informado en Caracas que Santos lo había llamado esta mañana para ponerlo al tanto del ataque, que se registró en un paraje del departamento colombiano de La Guajira (norte) fronterizo con el estado Zulia.
"Nosotros ratificamos nuestra posición: no vamos a permitir incursiones de ninguna fuerza armada, sea cual sea su naturaleza, en territorio venezolano", expresó Chávez.
Los detalles de la segunda comunicación corrieron por cuenta de Santos, quien observó que Chávez le reiteró de "manera clara" sus posturas ante Colombia, país con el que el venezolano restableció relaciones en agosto de 2010, con la llegada al poder del actual gobernante.
Santos sucedió a Álvaro Uribe (2002-2010), quien mantiene su acusación a Chávez por supuesta tolerancia con los rebeldes, aseveración que precipitó la ruptura, a mediados de 2009, por decisión de Caracas.
El presidente colombiano ofreció su alocución después de que el comandante del Ejército, el general Sergio Mantilla, advirtiera del presumible origen y destino de los insurgentes.
El ataque fue de "un grupo muy numeroso (de rebeldes) que presumiblemente viene desde Venezuela y que presumiblemente huye hacia Venezuela", declaró Mantilla en una conferencia con la prensa en Maicao, la población de los hechos.
Utilizaron armas largas
El jefe militar subrayó que la acción la lanzaron entre ochenta y noventa guerrilleros que utilizaron armas largas y cilindros de gas doméstico cargados con explosivos.
Un oficial, un suboficial y diez soldados murieron en los choques armados, mientras que cuatro uniformados más resultaron heridos, agregó Mantilla, que no informó de novedades en las filas rebeldes.
Las tropas, de un grupo mecanizado y un batallón de ingenieros, prestaban seguridad a una cuadrilla civil que reparaba una torre del tendido eléctrico que lleva electricidad colombiana a Venezuela.
"Es un revés", admitió Santos, para apuntar de inmediato que se trata de "un revés dentro de una guerra que estamos librando y en la que estamos avanzando y vamos ganando".
Y notificó también que "esta guerra seguirá, y seguirá a la ofensiva (...). No habrá ningún titubeo ni contemplación".
"En esta ofensiva no habrá ningún tipo de contemplación", insistió Santos, quien dijo haberles dado a los mandos las instrucciones de que no apaguen los aviones, redoblen la ofensiva, desplieguen todas sus unidades y continúen con la "eficaz tarea de la inteligencia".
Santos atribuyó este ataque a una "reacción" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ante la eficacia de las operaciones de la fuerza pública.
En lo que va del año, las fuerzas de seguridad han dado muerte en combate a un 39 por ciento más de guerrilleros, mientras que las capturas, con ayuda de la Fiscalía, han aumentado en el 72 por ciento, precisó el gobernante.
"Nos hemos metido en sus madrigueras", apuntó Santos, quien les advirtió a las FARC de que "no se equivoquen".
EFE
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