Además de las personas transexuales (aquellas que deciden cambiar de sexo) existen las de sexo indeterminado o intersexuales, que presentan rasgos tanto del sexo femenino como del masculino (también conocidos como hermafroditas).
Desde noviembre próximo, cuando una pareja residente en Alemania tenga que registrar a su hijo recién nacido no solo encontrará las casillas para “hombre” y “mujer”, sino también una tercera para “intersexual” o “sexo indefinido”. Así quedó establecido tras la aprobación en mayo pasado de una ley impulsada por el gobierno liberal-conservador que encabeza Angela Merkel.
Para justificar la reforma legislativa, la ministra de Justicia alemana, la liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, se apoyó en el artículo 3 de la Ley Fundamental germana, que establece que “nadie puede ser discriminado o favorecido por su sexo, procedencia, raza, lengua, país, procedencia, o por sus opiniones políticas o religiosas”.
Además de las personas transexuales (aquellas que deciden cambiar de sexo) existen las de sexo indeterminado o intersexuales, que presentan rasgos tanto del sexo femenino como del masculino (también conocidos como hermafroditas).
Los liberales han impulsado desde dentro del gobierno federal una “amplia reforma” de la legislación que se adapte a las personas que objetivamente no pueden ser calificadas ni como hombres ni como mujeres.
Sin embargo, aún quedan cosas por definir como, por ejemplo, qué ocurrirá con los pasaportes de los ciudadanos intersexuales. La ley alemana establece que en el pasaporte tiene que constar la “F” (mujeres) o la “M” (hombres). No se ha definido que los ciudadanos intersexuales cuenten con una letra específica, lo que les impediría el viaje a muchos países. Por esa razón, algunas asociaciones apuestan por la inclusión de la “X” en los documentos oficiales.
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