La última víctima es un bebé de la provincia suroriental de Sichuan que falleció esta mañana en un hospital de la ciudad de Meishan.
Al menos ocho bebés han muerto en distintas provincias de China tras recibir vacunas de hepatitis B procedentes de laboratorios de Pekín y Shenzhen (sur), esta última remesa ya prohibida por las autoridades del país asiático.
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, la última víctima es un bebé de la provincia suroriental de Sichuan que falleció esta mañana a las 07.55 hora local de hoy (23.55 GMT del lunes) en un hospital de la ciudad de Meishan.
El pequeño había sido vacunado contra la hepatitis B el domingo por la tarde, un día después de nacer en perfecto estado de salud, dice Xinhua, citando a los padres del menor. Horas después, fallecía sin que los médicos pudieran hacer nada por salvarle.
La vacuna que recibió había sido elaborada en el centro biológico de Tiantan, en Pekín, un gran suministrador de vacunas gratuitas de hepatitis B.
Mientras las autoridades aseguran que la causa de la muerte todavía tiene que ser confirmada en la autopsia, se sospecha que su caso sea similar al de otros siete bebés que han fallecido en China desde noviembre tras recibir vacunas de hepatitis B procedentes de un laboratorio de Shenzhen.
Con la última víctima, hasta la fecha cuatro menores han muerto en Cantón (sur), dos en la provincia central de Hunan y otros dos en Sichuan, apuntan las autoridades sanitarias chinas.
EFE
Comparte esta noticia