RPP Noticias conoció los casos de Sebastiana y Lucía, dos mujeres, madres de familia, quienes salen adelante pese a la adversidad.
Las mujeres peruanas celebran su día trabajando desde tempranas horas. Sebastiana y Lucía son dos ejemplos de ello y RPP Noticias da a conocer sus particulares casos:
Sebastiana vende periódicos en el cruce de las avenidas 28 de julio y Arenales, en el Centro de Lima. Se despierta muy temprano para ir por los diarios y, luego, se ubica en su esquina. Todo antes de las seis de la mañana.
Ella vende aproximadamente 200 periódicos por jornada, pero su ganancia es exigua. "Apenas gano 15 céntimos por diario. Con otros diarios menos todavía", comentó la mujer que, pese a la adversidad, dice que tiene un objetivo que cumplir.
"Tengo seis hijos, que es lo más grande que tengo. Y quiero que sean algo mejor, mucho mejor que yo", aseguró Sebastiana, quien dejó un mensaje a las mujeres peruanas: "¡Feliz día a todas!"
En la cuadra 11 de la avenida Abancay encontramos a Lucía, quien vende jugo de naranja en su puesto ambulante. Ella quedó lisiada hace tres años en un accidente de tránsito, pero eso no le ha impedido seguir adelante para ayudar a sus hijos, que viven en su natal Puno.
Lucía llega antes de las seis de la mañana hasta su lugar de trabajo y se queda hasta las 3:00 p.m. o "hasta que se le acaben las naranjas". Sin embargo, las penurias no se limitan al trabajo diario. Hoy tuvo un problema con otra vendedora, que se adueñó de su lugar en la calle, lo que la ha obligado a "mudarse" unos metros.
Este detalle, que puede parecer insignificante, alarma a la mujer, ya que, al no estar en un lugar donde transitan muchas personas, pierde potenciales clientes. Sin embargo, nada parece amilanar a Lucía, que sigue inquebrantable con su deseo de surgir.
Comparte esta noticia