Pablo Salcedo, entrenador de equinos, dijo que los caballos no deberían usarse para controlar multitudes debido a que son frágiles y nerviosos.
Gran pesar causaron las imágenes de la agresión a Lamar, la yegua de la Policía Nacional que finalmente fue sacrificada, entre los trabajadores y propietarios de caballos del Hipódromo de Monterrico.
Pablo Salcedo, entrenador de equinos hace cuatro años pero que trabaja con estos animales hace 53, dijo que los caballos no deberían usarse para controlar multitudes debido a que son frágiles y nerviosos. Esta condición hace que se estresen y sufran al estar en manifestaciones y enfrentamientos como los de La Parada de la semana pasada.
Asimismo, dijo a RPP Noticias que tienen la capacidad auditiva cuatro veces superior a la del hombre y por eso los ruidos comunes en situaciones de violencia los asustan tanto que entran en pánico.
Por su parte, Carmen Cesti, aficionada a los caballos hace más de 15 años, sostuvo en compañía de su hija que cuando los equinos permanecen mucho tiempo sobre el pavimento sufren insoportables dolores en las patas.
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