La fuerza del orden entró a la plaza en una sorpresiva operación pocas horas después de que el Gobierno anunciara su disposición a negociar reivindicaciones ecologistas.
La policía turca tomó el control de la céntrica plaza Taksim de Estambul, tras irrumpir este martes con blindados, en una sorpresiva operación pocas horas después de que el Gobierno anunciara su disposición a negociar las reivindicaciones ecologistas.
Según informó la emisora NTV, los cientos de agentes de la fuerza de intervención rápida que están ahora en la emblemática plaza -a la que no se acercaban desde hace dos semanas, se enfrentaron a un grupo reducido de personas que les tiró cócteles molotov.
Los policías respondieron con un uso masivo de gas lacrimógeno y chorros de agua a presión, pidieron a los manifestantes que no lanzaran "piedras y botellas", y aseguraron que solo han venido a retirar las barricadas, así como carteles y anuncios de grupos de izquierda, pero no intervendrán en el parque Gezi.
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