En San Petersburgo (Rusia) se aprobó una norma que prohíbe la propaganda homosexual. La comunidad LGTB se opone a dicha ley.
La policía de San Petersburgo detuvo hoy a dos activistas del movimiento ruso de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales (LGTB) por desacato a la autoridad cuando protestaban, junto a otras cuarenta personas, contra la ley municipal que prohíbe la propaganda homosexual.
"Alrededor de 40 personas participaban en el acto. Dos de ellos fueron llevados a comisaría para aclarar ciertas circunstancias", informó a la agencia Interfax un portavoz del Ministerio de Interior ruso.
Las autoridades rusas adujeron que los activistas LGTB organizaron el mitin sin autorización del Ayuntamiento de la ciudad.
La policía denunciará a los dos detenidos por desacato a las fuerzas del orden, explicó el portavoz de Interior, que no aclaró si también serán acusados ante la Justicia de acuerdo a la misma ley contra la que protestaban.
Recientemente, el Ayuntamiento de San Petersburgo aprobó una normativa que prohíbe la propaganda homosexual entre menores y castiga a quiénes la incumplan con multas administrativas de entre 5.000 rublos (unos 170 dólares) y 500.000 rublos (unos 17.000 dólares), según si se trata de personas físicas o jurídicas.
Las primeras detenciones en aplicación de esta ley se produjeron el pasado jueves, cuando dos jóvenes de poco más de veinte años fueron llevados a comisaría por exhibir pancartas con las inscripción "Ser gay es normal" frente al Palacio de Jóvenes Creadores de la ciudad.
La ONG de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) no tardó en reaccionar y manifestó que los dos detenidos podrán dirigirse al Tribunal Constitucional de Rusia e incluso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo para denunciar la ley contra la propaganda homosexual.
"Los activistas LGTB organizaron su acción de protesta para tener un pretexto y poder dirigirse al Tribunal Constitucional y al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos", explicó este viernes la vicepresidenta de HRW Moscú, Tatiana Lókshina.
Lókshina calificó de "vergüenza" la ordenanza municipal: "Es una ley absolutamente discriminatoria que priva a la comunidad LGTB de sus derechos de libertad de expresión y libertad de reunión. Es una situación intolerable".
Mientras, la Iglesia Ortodoxa Rusa pidió recientemente extender a toda Rusia esa ley, que prohíbe la propaganda sobre la homosexualidad, la bisexualidad, el lesbianismo, la transexualidad y también la pederastia entre los menores de edad.
Según una encuesta del Centro Levada, un 74 por ciento de los rusos creen que los homosexuales y lesbianas tienen una problema mental y son amorales, mientras menos de la mitad creen que estos deben recibir los mismos derechos que los heterosexuales.
EFE
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