En la calle, en tu propio edificio o como vecino. Tu acción puede salvar una vida o familia. Evalúa la situación para intervenir y denunciar como testigo.
Once mujeres son asesinadas por sus parejas en el Perú cada mes. Pero la violencia de género no tiene ni edad, ni sector social y, lamentablemente, es una latente en el país. Uno de los últimos casos -visibles- se registró el domingo 8 de octubre, cuando Martín Alonso Camino Forsyth arrastró del brazo a su pareja Micaela de Osma en una calle del distrito de Miraflores. Esta agresión se hizo pública gracias a una vecina que intervino para evitar la futura muerte de la joven.
La acción de cada uno puede cambiar esta situación. Si eres familiar o amigo de la víctima, o si eres un simple testigo, intervenir es necesario. Según el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual del Ministerio de la Mujer, muchos casos han salido a la luz gracias a la denuncia de testigos.
Pero, ¿qué pasa si es que la policía no quiere tomar la denuncia o te dicen que ellos no pueden meterse en un caso así? Existe la Ley Nro. 30364, aprobada a fines del 2015. Esta ley obliga a que la policía no solo acepte tu denuncia, sino que también los obliga a verificar si es que el hecho es cierto acercándose hasta el lugar.
Apoyo institucional
La línea 100 del Ministerio de la Mujer sirve para apoyar a las víctimas de agresiones contra mujeres. Está abierta las 24 horas del día, los 365 días del año. A quienes llaman se les recomienda qué hacer en ese mismo momento para proteger su vida. Si la persona que llama es la víctima, de inmediato la atenderá el Servicio de Atención Urgente (SAU) en el mismo número telefónico.
Si la agresión ocurrió fuera de Lima, el caso será atendido por el Centro Emergencia Mujer (CEM), en el cual psicólogos, abogados y trabajadores sociales cuidarán no solo de la víctima, sino también velarán por el cuidado de los menores. Actualmente se cuentan con 245 centros de CEM en todo el país y hasta la fecha se tienen más de 50 en camino que serán instaladas en los mismas comisarías para que la ayuda sea inmediata.
A principios de año, se creó el decreto de Ley Nro. 1323 que fortalecía la lucha contra el feminicidio y crímenes de odio. Esta dictaba como un agravante y una pena de hasta 15 años cuando se asesina a una “mujer por su condición como tal”. Lamentablemente fue derogado por el Congreso. Sin embargo, la segunda vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz, prometió volver a presentar otro proyecto hasta proteger a todas las mujeres.
¿Y si fuésemos nosotros?
La abogada y experta en materia de violencia de género, Giuliana Grimaldo, dijo que una clave para la solución del problema es encontrar nuestra capacidad para ponernos los zapatos del otro y salir a defender a las víctimas.
“Un testigo es un importante actor del proceso legal. Una declaración es clave para que el agresor tenga la pena que le corresponda. Es importante no quedarnos callados. ¿Qué clase de ciudadanos somos si carecemos de empatía?”
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