El presidente ecuatoriano afirmó que el dengue y chikungunya son "enfermedades de la pobreza" porque no existe en diversos lugares alcantarillado, agua, pistas, etc.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que el dengue y el chikunguña son enfermedades de la pobreza, al evaluar las acciones que ha hecho su Administración para controlar la segunda de ellas, que ha afectado a unas 10.000 personas en el país.
En un diálogo con periodistas en la ciudad costera de Guayaquil, el mandatario ecuatoriano apuntó que el chikunguña es una enfermedad "similar, al menos en la transmisión, al dengue", ambas producidas por la picadura del mosquito aedes aegypti, que se reproduce en aguas estancadas.
Correa lamentó que la época de lluvias, conocida como invierno ecuatorial, se haya extendido más allá de las previsiones, lo que ha generado una proliferación del mosquito transmisor de la enfermedad.
Esa situación ha hecho "que sea más difícil de controlar esa epidemia, que en otros lados ha tenido efecto devastadores", apuntó el gobernante, mientras que el subsecretario de Salud, Itamar Rodríguez, precisó que en las últimas 20 semanas se han registrado 10.188 casos de chikunguña en todo el país.
Correa reiteró que "chicunguña y dengue son enfermedades de la pobreza", porque "si tuviéramos agua potable, alcantarillado sanitario, calles asfaltadas, no habría esto".
EFE
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