Familiares de los presos de centro penitenciario al norte de México protestaron contra el operativo policial donde murieron 44 reos el pasado fin de semana.
Un operativo de unos 300 policías federales para trasladar reos del penal de Apodaca, en el estado de Nuevo León, norte de México, donde murieron 44 presos el fin de semana, suscitó nuevas protestas de familiares de los presos y al interior del centro penitenciario.
Las protestas de familiares se registraron desde esta tarde después de que se escucharon disparos de armas de fuego en el interior del penal y se pudo observar una columna de humo en una de las torres de la prisión.
El portavoz del Consejo de Seguridad del Gobierno de Nuevo León, Jorge Domene, explicó que estas protestas surgieron tras un operativo del Gobierno federal para "trasladar reos fuera de Nuevo León" hacia cárceles operadas por la Federación.
Domene enfatizó que desconoce el número de reos federales que serán trasladados, ya que la Secretaría de Gobernación es quien ordenó el operativo.
Mencionó que el penal de Apodaca está bajo control y que el humo que se observó en el interior se debió a protestas de los internos que quemaron varios colchones.
Las fuerzas federales llegaron esta tarde al centro penitenciario, lo que provocó protestas de internos y de sus familiares que se concentraron afuera del penal.
Fuera de la cárcel se encontraban unas 80 mujeres que expresaban su protesta a gritos, arrojaban piedras y quemaban basura en la entrada principal.
Unas horas antes Domene aseguró que no se registró ningún traslado de presos y que ayer corrió un rumor que alteró a algunos familiares que se presentaron hoy en las inmediaciones del penal.
Por otra parte, el portavoz de Seguridad confirmó que el director de la prisión, el subdirector y el jefe de seguridad de la prisión de Apodaca y al menos 16 guardias estuvieron coludidos con los Zetas para asesinar a 44 reos y permitir la fuga de 30 personas.
Explicó que 16 custodios "han manifestado haber participado de una u otra forma y se incluye al director, el subdirector y el Jefe de Seguridad".
Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, informó que va a solicitar a la autoridad judicial prisión preventiva "o directamente la acción penal contra los funcionarios".
"Se está trabajando muy rápido, estamos haciendo revisiones y sobre todo haciendo los interrogatorios y confirmando que es la complicidad y la corrupción de algunos lo que nos lleva a tener este tipo de situaciones tan difíciles y peligrosas en el estado", subrayó Medina.
El gobernador dijo que la fuga de internos, entre los que hay al menos dos líderes zetas, podría incrementar la violencia en el estado.
"Hay que estar alerta y hay que estar atentos, porque es evidente que hay una lucha encarnizada entre estas dos bandas criminales, dos carteles", dijo Medina.
EFE
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