Desde finales de 2012, primero en Oslo y ahora en La Habana, el gobierno de Santos y las FARC negocian el final de un conflicto armado que dura ya cincuenta años.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se mostró hoy optimista en la negociación que desde finales de 2012 lleva a cabo con la guerrilla de las FARC, pero advirtió de que los interlocutores de su gobierno "no son ángeles".
Santos clausuró hoy en Madrid un foro empresarial destinado a explicar las posibilidades de inversión en Colombia con un diálogo con el expresidente del Gobierno español Felipe González sobre "los dividendos de la paz", en alusión al proceso negociador con la guerrilla.
Desde finales de 2012, primero en Oslo y ahora en La Habana, el gobierno de Santos y las FARC negocian el final de un conflicto armado que dura ya cincuenta años.
"Soy más optimista que hace un año pero, siendo realista, también queda mucho por recorrer", dijo Santos, quien subrayó los avances en facilitar una reforma integral del campo en Colombia, escenario tradicional de "desigualdades" y en favorecer que los guerrilleros se puedan incorporar a la política tras dejar las armas.
El presidente colombiano aseguró que ahora es preciso retirar la "flecha venenosa del narcotráfico" que a su juicio atravesó el movimiento guerrillero durante décadas y, después, abordar cómo aplicar la justicia a los guerrilleros.
"¿Dónde trazar la raya entre la Justicia y la paz"?, se preguntó Santos antes de recomendar ser "prácticos y realistas" para que un eventual acuerdo de paz pueda ser aceptado por todos, incluidos víctimas y guerrilleros.
En este punto Felipe González dijo que "el precio de la paz" en términos de justicia para los violentos es una "reflexión durísima" que tiene que tener en cuenta la reparación a las víctimas.
El expresidente español (1982-1996) recordó que sigue desde hace tres décadas los pormenores del conflicto colombiano y se mostró convencido de que el acuerdo sobre la reforma agraria y la participación política de los exguerrilleros suponen un "momento de irreversibilidad del proceso.
"No es un error buscar una salida pacífica. Este es el momento en que la posibilidad de la paz está más cerca que nunca", afirmó González, para quien es importante la "sensación de derrota" en el seno de las FARC.
Por su parte, Santos hizo hincapié en que la historia no le perdonaría intentar la paz pero indicó que se siguen combatiendo con fuerza a la guerrilla, "como si no hubiera negociaciones".
"No estamos entregando el país al terrorismo porque nunca antes lo combatimos con tanta fuerza", aseguró el presidente colombiano.
Respecto a las relaciones con su antecesor, Álvaro Uribe, Santos recurrió a la ironía para señalar que "si nos estamos reconciliando con la guerrilla, cómo no me voy a reconciliar con Uribe".
EFE
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