La economía ucraniana, afectada por la guerra en el este del país, se ha contraído un 3,5 % en los primeros nueve meses de este año, según el Banco Nacional de Ucrania.
Los separatistas prorrusos se mostraron dispuestos a proseguir el diálogo con las autoridades ucranianas, "pero con otro estatus", y rechazaron la necesidad de firmar un nuevo acuerdo de paz que sustituya al Memorándum de Minsk.
"No creo que necesitemos nuevos protocolos. Hay muchas cuestiones pendientes, debemos solucionarlas, pero ya con otro estatus", dijo Ígor Plotnitski, elegido el domingo como jefe de la autoproclamada república popular de Lugansk.
Así mismo, el líder de la república popular de Donetsk, Alexandr Zajárchenko, quien también resultó elegido el domingo, se mostró dispuesto al diálogo con Kiev, aunque con condiciones.
La votación del domingo es la segunda que organizan los separatistas desde que se sublevaran contra Kiev en abril pasado, ya que a mediados de mayo pasado celebraron sendos referendos en los que la mayoría de los participantes apoyaron la independencia.
No obstante, ahora, tras cuatro meses de guerra, los rebeldes únicamente controlan un tercio de Donetsk y Lugansk, aunque es verdad que sus plazas fuertes incluyen las capitales regionales y las ciudades más pobladas.
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