Conocido local con capacidad para 200 personas, será escenario donde se proyectarán filmes nacionales e internacionales.
A partir del martes 09 de agosto, el local del teatro comunitario Vichama, ubicado en el distrito de Villa El salvador, será sede del Festival de Cine de Lima, por sexto año consecutivo.
Resulta por lo menos curioso que Vichama no sea tan conocido en Lima, pues sus integrantes han podido viajar a festivales y encuentros en Canadá, Francia, China, Corea del Sur, entre otros países. En septiembre próximo viajarán a España.
Desde hace unos años son la institución principal en el Foro de la Cultura Solidaria, en Lima Sur. Pero su historia es larga.
Origen comunal
En 1983 se funda Vichama como el taller de teatro del Centro de Comunicación Popular. "Se hacían obras siguiendo la estética de los programas cómicos de la televisión, y quisimos cambiar eso profundizando aspectos técnicas y construir una estética del barrio", aclara César Escuza, fundador del elenco.
Escuza llegó a Villa, como miles de personas, migrando de su natal Huancayo. Había pasado por la experiencia del teatro de grupo en el encuentro en Huamanga en 1978, al lado de Yuyachkani o Cuatrotablas.
Lector de Stanislavski y sus ideas de teatro para la transformación social, Escuza cuenta que buscaron "ver problemas puntuales de la comunidad". Así, realizaron obras cortas sobre los problemas de agua o el trabajo comunitario.
Luego, trabajaron piezas sociales como La sangre, las velas y el asfalto, de Enrique Gil, pero ambientadas en Villa.
Pronto ampliarían su espacio de acción con su obra Diálogo entre zorros, en la que cuentan la historia del distrito (la primera en llenar ese vacío) y con la que recorrieron varias ciudades.
Destino independiente
En 1989, el Centro de Comunicación Popular decide entrar en los medios masivos y funda la radio Stereo Villa, a la que seguirá el canal de televisión 45. Unos años después, Vichama se volverá independiente.
La violencia golpearía a Villa con atentados, incluso dos actores del elenco serían heridos, mismo año del asesinato de la dirigenta María Elena Moyano. "Asumiendo el nombre de Vichama cumplimos una promesa que le hicimos a María Elena, creando una obra en su memoria: El híbrido negro de la esperanza”.
Las siguientes puestas del grupo reflexionan sobre la pobreza, como La noche de los olvidados, creación colectiva sobre una pareja de indigentes. Pasarían luego a montajes como Esperando a Godot, de Samuel Beckett, o Memoria para los ausentes, donde reflexionarían sobre la realidad política.
Otras apostaron a preservar la memoria, como Cantar por la vida, que cuenta la historia de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador. E incluso llegan a la temática ecológica con Agua de vida, y revisitar clásicos como El Quijote latinoamericano. Un elenco que se plantea nuevos retos hoy.
Actividades
Además de las obras, Vichama ofrece talleres a escolares y público en general. Cuenta con una sala de teatro de 12 por 8 metros, con capacidad para doscientas personas, ubicada en la avenida Álamos frente al estadio Iván Elías.
ANDINA
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