El héroe participó en la Guerra de Independencia y terminó sus días de servicio a la patria peleando en la Guerra del Pacífico.
Los restos mortales del Contralmirante de la Marina de Guerra del Perú, Manuel Villar Olivera, héroe que participó del Combate naval de Abtao y en la Guerra del Pacífico, fueron trasladados hacia la Cripta de los Héroes, ubicada en el Museo Cementerio General Presbítero Matías Maestro.
En una ceremonia realizada en cumplimiento de una resolución suprema, que contó con la presencia del ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos y del comandante general de la Marina de Guerra, Almirante Gonzalo Ríos Polastri, se ingresó el féretro del héroe en su nuevo lugar de reposo. También asistieron los altos oficiales de las FF.AA. y descendientes familiares como la señora Nathalia Lozada Dortrait de Farías, nieta del héroe.
Vida heróica. El Contralmirante tuvo una vida destacada a la patria y su servicio en la Marina data desde la Guerra del Pacífico, cuando al mando de Lord Cochrane participó en la captura de la fragata española Esmeralda, el buque más poderoso que España tenía en Callao. También participó de la Guerra Grancolombo-peruana y del Combate de Abtao.
Sin embargo, su servicio no terminó ahí y cuando estalló la Guerra del Pacífico, pese a contar con 78 años, pidió el mando del fuerte Santa Rosa en Callao y fue nombrado Secretario de Marina por el Gobierno de Nicolás de Piérola. Villar realizó los preparativos de la defensa de Lima y el 5 de enero fue ascendido a Contraalmirante. Al terminar la guerra, se retiró de la vida pública y falleció en 1889.
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