En 1993 la ciudad de Pisco esperaba con temor la resurrección de esta mujer inglesa fallecida en 1913, hoy muchos le agradecen favores milagrosos.
Hasta 1993 su nicho era uno más en el cementerio general de la ciudad de Pisco, pero ese año nació su leyenda. El nombre de Sarah Ellen, una inglesa enterrada en 1913, empezaba a infundir por esos días horror y fascinación. Un rumor, originado en un programa de la televisión latina de Estados Unidos, aseguraba que había sido una mujer vampiro, amante del conde Drácula y que pronto iba a resucitar para cumplir con una venganza ancestral.
El rumor se llegó a convertir en una tormenta mediática que traspasó fronteras, y periodistas de varias partes del mundo llegaron a esta ciudad portuaria del sur chico para cubrir la historia. Según una autoprofecía atribuida a Sarah Ellen, su resurrección ocurriría el 9 de junio de 1993, 80 años después de su muerte. Muchos vecinos de Pisco esperaron ese día, premunidos de cruces, martillos y estacas de madera que empezaron a venderse en la ciudad. La noche del 8 junio, cientos de pisqueños se agolparon en el cementerio a la espera del tenebroso prodigio. Pasaron la medianoche y las 24 horas del día señalado y nada ocurrió.
El origen de la leyenda. Todo empezó en el programa de Cristina Saralegui a inicios de 1993. Un supuesto experto en vampiros aseguró que Sarah Ellen era una de las tres mujeres vampiro identificadas en la historia. Según su relato, había sido ejecutada en la ciudad Blackburn, Inglaterra, por practicar el ocultismo y la brujería. Sin embargo, su mayor pecado era el vínculo que habría tenido con el conde Drácula, a quien supuestamente visitaba en Transilvania (Rumanía).
Por su condición de vampira, las autoridades eclesiásticas de Blackburn habrían prohibido que se le sepulte en Inglaterra y por esa razón su viudo, Jhon Roberts, atravesó medio mundo para enterrar a su esposa en un lugar lejano y desconocido. Según esta historia, antes de morir, Sarah amenazó a sus ejecutores con volver en 80 años para vengarse del mundo.
Esta versión, además de inverosimil podría calificarse de anacrónica. El conde Drácula es un personaje de ficción de la novela homónima de 1897 del escritor irlandés Bram Stoker. Y si bien la obra es contemporánea a Sarah Ellen, el personaje histórico que la inspira, Vlad Draculea (conocido como Vlad el Empalador), vivió entre 1431 y 1476.
La historia real. En mayo de 2009 el diario británico Daily Mail informó que una investigación histórica descubrió que Sarah Ellen y su esposo Jhon Roberts eran unos tejedores de algodón de la ciudad de Blackburn, condado de Lancashire. Ambos viajaron a Sudamérica para visitar al hermano de Jhon, quien administraba en un molino de algodón en el Perú. Fue durante ese viaje que Sarah murió y ante la dificultad de repatriarla, su cuerpo fue enterrado en el país.
Para el medio británico Sarah no podría haber sido ejecutada por brujería, pues los últimos registros con ese tipo de cargos en Lancashire datan de 1612, con el famoso caso de las brujas de Pendle. En 1913 esas acusaciones ya estaban muy pasadas de moda. "Los tribunales de Blackburn no pudieron haber sentenciado a muerte a Sarah por ningún delito, incluso en aquellos días lo peor que podría haberle pasado por practicar la brujería habría sido una pena de prisión", comentó el historiador Stephen Smith para el Daily Mail.
De vampira a santa. Tras la frustrada resurrección, varios vecinos de Pisco siguieron creyendo que la maldición vampira iba a cumplirse tarde o temprano. Sin embargo, con el tiempo el temor fue virando hacia la veneración. Un halo de santidad se afianzó sobre la figura de Sarah Ellen tras el terremoto de agosto del 2007 que devastó Pisco. Su tumba, ubicada en el tercer nivel de un bloque de nichos, quedó incólume en medio de los escombros de otras sepulturas. La población firmó memoriales para impedir que el nicho sea removido como planeaba la beneficencia de la ciudad y pidió la construcción de un mausoleo.
Hoy el lugar es uno de los más visitados del cementerio y siempre está adornado con las flores de los devotos. En el muro blanco del mausoleo se leen agradecimientos por favores o milagros concedidos en placas pegadas en la pared. En la lápida se lee la misma dedicatoria que se grabó hace 104 años: "In memory of Sarah Ellen, the Beloved whe of J Roberts of Blackburn, England. Born march 6 1872 - Died June 9 1913. At best" (“En memoria de Sarah Ellen, la amada esposa de Jhon Roberts de Blackburn, Inglaterra. Nació el 6 de marzo de 1872 y murió el 9 de junio de 1913”).
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