Vila admitió en una primera declaración que envenenó con lejía a tres octogenarias en agosto y octubre del 2009 y el resto de personas en el 2010.
Joan Vila Dilmé, de 45 años, confesó haber asesinado a once ancianos dándole de beber lejía y sobredosis de fármacos, cuando trabajaba como celador en un geriátrico en España.
Los homicidios se produjeron en la residencia La Caritat, en Olot (Girona), informa El País en su portal de internet.
Vila admitió en una primera declaración que envenenó con lejía a tres octogenarias en agosto y octubre del 2009 y el resto de personas en el 2010.
En dos casos, el celador, que fue detenido el pasado 18 de octubre, quitó la vida a sus víctimas con una sobredosis de insulina y el resto con una mezcla de psicofármacos, agrega.
Paquita Gironès, Sabina Masllorens y Montserrat Guillamet fallecieron por beber lejía. El celador alega que les mató por pena.
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