Vínculo emocional entre personas adultas mayores y los nietos y nietas

Las abuelas y abuelos son personas que en un momento determinado de sus vidas significan un soporte muy importante para sus hijos e hijas por el apoyo emocional que puedan brindarles cuando empiezan a llegar los primeros nietos y nietas. Sobre todo por la carga de sabiduría y experiencia que poseen.

Esa etapa es, además, el inicio de un vínculo muy importante entre abuelos y nietos, donde ambos compartirán nuevas experiencias que van desde la enseñanza y el aprendizaje. El valor de los abuelos y abuelas en la vida de los niños y niñas ha de ser muy grandioso.

Ellos pueden contribuir con su experiencia en situaciones de crisis familiar y ayudar en la comunicación entre padres e hijos; cuidar a los nietos cuando sus padres no pueden hacerlo; transmitir valores familiares y contribuir en el desarrollo psicológico de los más pequeños; aprender de sus nietos y nietas aspectos inherentes a la modernidad (internet o juegos); y sobre todo, disfrutar con ellos en sus tiempos libres.

De ahí que muchos niños y niñas prefieran pasar más tiempo con sus abuelos y abuelas, y empiecen a aprender de ellos usos y costumbres, gustos y aficiones, y sientan que pueden recibir mayor dedicación de ellos.

Pero así como se da este vínculo estrecho entre adultos mayores y los más pequeños, también se da el caso de nietas y nietos que evitan visitarlos porque observan en sus abuelos a personas muy severas, que no soportan las travesuras en casa o los gritos infantiles propios a esa edad.

Son los abuelos y abuelas renegones, que pese a amar a sus hijos y nietos les cuesta procesar esa situación. Son personas que tienen métodos y costumbres establecidas y cualquier cambio que pudiera alterar su estilo de vida puede volverlos irritables e intolerantes. También si son demasiado mayores y presentan alguna enfermedad, la presencia de los niños llegue a incomodarles.

Por ello es importante que los padres y madres busquen establecer una relación entre abuelo y nieto, donde ambos puedan adaptarse mutuamente y aprendan a conocer sus gustos y deseos. No será lo mismo tratar con un bebé de cinco meses que con un niño o niña de cinco años; y los más pequeños deberán ser conscientes que los abuelos, dependiendo de la edad, no tendrán los mismos reflejos que ellos.

En ese sentido, la convivencia entre abuelos y nietos será todo un proceso de aprendizaje mutuo. Los adultos mayores deberán tomar conciencia que los tiempos han cambiado y que la crianza actual es diferente a la que ellos aplicaron en su debido momento, pese a todos los conocimientos que tengan en ese sentido. De ahí que se volverán demasiado engreidores de sus nietos y nietas o reacios a los cambios.

Finalmente, si bien la ayuda de los abuelos en la crianza de los niños es muy importante, ellos deben saber que la responsabilidad le compete solo a los padres y madres. Este nuevo rol como abuelos y abuelas dentro de la familia será muy valioso como compañía y ayuda mutua.

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Producción: Amelia Villanueva Ramirez