Los partidos entre Alianza Lima y Universitario de Deportes suponen para la PNP una enorme inversión de dinero, pero también de horas hombre.
El cálculo es simple. Un suboficial de tercera ganaba 6,74 soles por hora trabajada en 2015. Resguardar un partido entre Alianza Lima y Universitario de Deportes toma alrededor de 10 horas y 2000 policías. Entonces, teniendo como referencia el clásico de mayo del 2015, a la Policía Nacional del Perú (PNP) le cuesta 134 mil soles, solo en horas hombre, darle seguridad a este partido.
Ese monto es casi el mismo que cuesta un día de trabajo en todas las comisarías de Áncash. Es más del doble de lo que cuesta el resguardo policial de toda la región Ayacucho. Es más del triple de lo que cuesta resguardar toda la región Ucayali y más de seis veces lo que cuesta toda la seguridad en Madre de Dios, región además golpeada por todo el circuito de delincuencia que viene con la minería ilegal.
Si tomamos como muestra los clásicos con mayor asistencia de público de cada año, entre 2012 y 2015, se usaron 14 mil policías, que les costaron a todos los peruanos 747 mil soles, un monto que pudo usarse para resguardar las calles del Perú.
Muchos para tan pocos.
Según el coronel Herbert Ramos Ruiz, jefe de la Unidad de Servicios Especiales (USE), un clásico necesita por lo menos 1200 policías. En los dos últimos partidos entre Universitario y Alianza Lima, que se jugaron en julio y septiembre, participaron 1500 y 1100 policías respectivamente. Sin embargo, en años anteriores el número fue mayor: el 13 de diciembre del 2009 hubo 14500 policías, mientras que en el clásico del 16 de abril del 2011 hubo 7000.
RPP Data elaboró un mapa interactivo en el que se muestra cuánto invierte el Estado en resguardar un clásico entre Alianza Lima y Universitario, teniendo en cuenta la cantidad de policías y sus horas de trabajo. En el mapa también se puede comparar la inversión que hace la Policía Nacional cada partido con el dinero invertido en las comisarías en cada región del Perú.
Mientras en el clásico del 23 de junio de 2013 en el estadio Monumental hubo un policía por cada 15 personas en la cancha, un efectivo en Moquegua estaba a cargo de resguardar a 364 ciudadanos; en Arequipa, 400; en Piura, 1414 y en Loreto, 1574. Esta misma comparación puede hacerse para cada año en cada región del Perú.
Tiene que haber resguardo
El 24 de octubre del 2009, un grupo de barristas de Universitario se subió a una combi y lanzó a María Paola Vargas a la pista, quien murió un día después. En 1997, Víctor Apaza falleció en una pelea dentro del Estadio Nacional. En el 2000, el adolescente Pedro Mayta murió en la tribuna Occidente del Nacional luego de que una bengala, lanzada desde la tribuna Oriente le perforó el ojo. En el 2011 a Walter Oyarce lo lanzaron desde el balcón de un palco en el Monumental por hacerle barra a su equipo, Alianza Lima.
Esos son apenas algunos de los desbordes que terminaron en tragedias. El problema es que, como están las cosas, las muertes alrededor de los partidos de fútbol están siempre esperando la chispa que convierta un partido en una trifulca y una trifulca en una desgracia.
Hace cinco meses en Cusco, el árbitro Víctor Hugo Carrillo suspendió un encuentro entre Real Garcilaso y Universitario de Deportes tras 15 minutos de juego, por la explosión de una bombarda en la tribuna de Universitario.
Por estos actos de violencia, donde también se han reportado asaltos entre hinchas de diferentes equipos de fútbol —o incluso del mismo— dentro y fuera de los estadios, la Policía Nacional tiene que desatender en cierta medida las calles para brindar seguridad al fútbol, más aún cuando se trata de partidos particularmente sensibles como un clásico.
Más números en la seguridad
El general (r) de la Policía, Guillermo Arteta, considera que el despliegue policial antes, durante y después de un partido de fútbol es absolutamente necesario. No solamente en el interior del estadio, sino principalmente fuera de él, porque en los alrededores se producen las peleas, los robos, el vandalismo, etc.
Situaciones como las que menciona han logrado reducirse gracias a la aplicación de la Ley N° 30037 que prohíbe las preconcentraciones de los barristas, permite decomisar a los asistentes cualquier arma u objeto que pueda ser usado como arma (correas, llaves, botellas, etc.), asistir al partido en estado de ebriedad, el empleo de banderolas o tener capuchas o los rostros pintados de tal forma que se complique la identificación de los asistentes. Sin embargo, la paz en el fútbol peruano todavía parece una utopía.
- Metodología: Para el desarrollo del mapa interactivo se armó una base de datos en Excel con información del Censo Nacional de Comisarías publicado por el INEI en los años 2012, 2013, 2014 y 2015, en lo que a cantidad de policías respecta en comisarías a nivel nacional. Los datos de la provincia de Lima (que incluye 43 distritos) y las provincias de Lima (Barranca, Cajatambo, Canta, Cañete, Huaral, Huarochirí, Huara, Oyón y Yauyos) fueron fusionados para tener una presentación más didáctica y simbolizar una sola región: Lima. Del INEI también se consiguió, al 30 de junio de cada año, la población estimada por regiones para efectuar el cruce de información y obtener la cantidad de ciudadanos que resguarda un policía por año. Los datos referentes a las fechas de los clásicos y asistentes se descargaron de la página web de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional; la cantidad de policías en los encuentros deportivos, de los planes de seguridad de la PNP expuestos a la prensa días antes de cada partido; mientras que las remuneraciones fueron empleadas teniendo como base los ingresos de un suboficial de tercera ―reportados por el Ministerio del Interior― en los años mencionados anteriormente, los cuales fueron materia de incremento. Sobre este aspecto, se realizó el cálculo de ingresos según las horas de trabajo, de ahí que se obtenga la inversión por jordana laboral de 10 horas que es el tiempo promedio en el que el personal PNP protege un clásico, según declaraciones de sus representantes. Bajo ese mismo procedimiento se efectuó el cálculo de los ingresos por día de labor de la población de efectivos que laboran en cada región. Cada monto fue redondeado a miles de soles. Se seleccionaron los encuentros deportivos no amistosos que más asistencia policial reportaron por año entre el 2012 y 2015.
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