El luchador se vio cansado y perdió el equilibrio entre el tercer y quinto asalto. Tyson Fury logró algo aún más importante que el campeonato: quitarle el invicto como profesional a Deontay Wilder
Tyson Fury y Deontay Wilder se enfrentaron este último fin de semana en un espectacular combate de boxeo en Las Vegas. Fury derrotó con gran jerarquía a Wilder y obtuvo el campeonato de peso pesado de la WBC. Pese al gran desempeño del actual campeón, el perdedor ha mencionado una insólita razón para el resultado de la noche.
Ambos pugilistas tuvieron ingresos dignos de una pelea de campeonato. Fury entró al coliseo encima de un trono, como The Gypsy King, mientras que Wilder hizo un homenaje al mes de la Historia Negra con una armadura oscura valorizado en 60 mil dólares.
Sin embargo, el luchador estadounidense ha afirmado que esta excentricidad fue la causante de su derrota: “Fury no me hizo daño en absoluto, pero el hecho es que mi uniforme era demasiado pesado. No tenía piernas desde el inicio. En el tercer asalto, se me fundieron las piernas por completo. Mucha gente me decía: ‘Parecía que algo andaba mal contigo’. Hice todo lo posible para sostenerme pero sabía que no tenía las piernas debido a mi uniforme”.
Bronze Bomber asegura que solo se probó una vez esta armadura: “Solo pude ponerla (por primera vez) la noche anterior, pero no pensé que fuera a ser tan pesado. Pesaba unas 40 libras (casi 20 kilos) con el casco y todas las baterías. Solo quería que mi homenaje fuera genial para el Mes de la Historia Negra”.
En la tan ansiada revancha frente a Deontay Wilder, el peleador británico se llevó la victoria en el séptimo round por knock-out técnico y obtuvo, de esa forma, el campeonato de peso pesado de la WBC. También le rompió el invicto al estadounidense.
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