Kevin Owens soportó múltiples lanzas, puñetes y destrucciones de mesa en su intento de llegar a la cima de SmackDown.
En la mejor lucha de la noche, Roman Reigns derrotó a Kevin Owens para retener su cinturón universal de SmackDown en WWE TLC 2020, el último evento del año.
Con la ayuda de sus primos Jey y Jimmy Uso, además de un golpe bajo final, “el dueño del patio” logró derrotar a un Owens que, pese a que se vio superado en número, nunca decayó en su voluntad para regresar a lo más alto de SmackDown.
El duelo inició rápidamente, con un retador interceptando el ingreso del campeón para empezar a castigarlo.
Sin embargo, Reigns, en su faceta de villano, pidió la ayuda de sus primos Jey y Jimmy Uso para ganar tiempo y recuperarse de estas arremetidas.
Owens y Reigns rompieron mesas con sus cuerpos, así como salieron castigados con las escaleras metálicas.
Aunque por muchos momentos, Reigns dominaba con gran violencia, la voluntad de Owens era mayor, logrando recuperarse y estar a punto de obtener el cinturón hasta en dos ocasiones.
Finalmente, luego de un gran momento de clímax para el retador, Reigns se recuperó y desmayó a Owens con una especie de guillotina, derribándolo de lo alto de la escalera para poder agarrar el cinturón y retener su estatus.
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