El esquiador suizo Daniel Albrecht se encuentra estable después de sufrir un grave accidente ayer en el entrenamiento de esquí, pero su vida sigue en peligro.
El deportista, de 25 años, permanece en coma inducido en la clínica universitaria de Innsbruck después de caer de forma muy violenta, de espalda y a gran altura, en el tramo final del entrenamiento del Hahnenkamm, el descenso el más rápido y peligroso del calendario de la Copa del Mundo de esquí alpino.
Albrecht ingresó con un traumatismo craneoencefálico, contusión pulmonar y con posibles daños en la columna vertebral.
Después de haber pasado una noche sin sobresaltos, los médicos no han encontrado señales de un posible edema cerebral y el funcionamiento de los pulmones y la circulación sanguínea se ha estabilizado.
"Tal como la evolución es por el momento, no tenemos que hacernos preocupaciones exageradas", explicó Norbert Mutz, director de cuidados intensivos de la clínica.
Aún así, el facultativo agregó: "no sabemos en qué medida podremos conservar la situación en los próximos días".
"Existe una esperanza justificada de que no haya secuelas. Pero esto no es ninguna profecía", advirtió Mutz.
El coma inducido permite a los médicos estudiar si sus constantes vitales y el funcionamiento de sus órganos se mantienen estables en los próximos días.
El deportista cuenta en su palmarés con cuatro victorias en la Copa del Mundo y en los últimos Mundiales -los de Are (Suecia), hace dos años- ganó dos títulos, en supercombinada y gigante, a los que añadió una medalla de bronce en la prueba por equipos.
Albrecht perdió el conocimiento por el enorme golpe producido por la caída, justo en el mismo lugar en el que el estadounidense Scott Macartney -tras el salto de entrada a meta- sufriese un accidente muy parecido que también le mantuvo varias jornadas en cuidados intensivos antes de ser dado de alta.
EFE
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