Manifestaciones por reformas políticas empañan el Gran Premio de Baréin, cuarta fecha del Mundial de Fórmula Uno.
La represión de las protestas contra el régimen se ha intensificado en Baréin poco antes de que comience este fin de semana el Gran Premio de Fórmula Uno en el país, envuelto en polémica, denunciaron los grupos de la oposición.
En la víspera del inicio de la competición, los manifestantes volvieron a salir a las calles del país para exigir reformas políticas, la liberación de los presos políticos, y criticar la celebración de la Fórmula Uno, lo que derivó en nuevos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
En ciertas partes de la capital, la policía disparó balines y empleó gases lacrimógenos y bombas de sonido contra los participantes de las marchas, algunos de los cuales resultaron heridos.
Además, las autoridades bareiníes confirmaron hoy que algunos miembros de las escuderías de Fórmula Uno se vieron envueltos en los disturbios que se desarrollaron anoche en el país.
Concretamente, dos miembros de Force India abandonaron Baréin después de que varios vehículos de este equipo quedasen atrapados en choques nocturnos mientras volvían del circuito a la capital.
En un comunicado, las autoridades precisaron que un cóctel molotov cayó cerca de uno de los coches del equipo cuando pasaba por un lugar en el que se estaban enfrentando los manifestantes y las fuerzas policiales.
En este "incidente aislado", agregaron las fuentes, no se registraron víctimas ni se atacó al mencionado vehículo.
La decisión de Force India se produce al día siguiente de que el equipo MRS, que tenía previsto participar en la prueba de Porsche Supercup -que acompaña la Fórmula Uno-, anunciase su retirada por cuestiones de seguridad.
Mientras tanto, los opositores denunciaron un incremento de las detenciones, las redadas y los actos de violencia por parte de las fuerzas bareiníes en las últimas dos semanas.
"Esta campaña de seguridad está relacionada con el inicio de la Fórmula Uno, ya que las autoridades han decidido controlar la situación usando más fuerza y violencia", aseguró en una rueda de prensa Matar Matar, un destacado líder opositor vinculado al partido Al Wefaq.
Fuerzas liberales de la oposición afirmaron en un comunicado que la represión del régimen se ha intensificado hasta el punto de que existe un "estado de emergencia no anunciado".
El jefe de Seguridad Nacional, Tariq al Hasan, explicó, por su parte, que las acciones de la policía están dirigidas contra los vándalos que quieren alterar el orden bloqueando las carreteras, manifestándose de forma ilegal y poniendo en riesgo la vida de las personas con el lanzamiento de piedras y cócteles molotov.
Para el director del Centro de Baréin de Derechos Humanos, Nabil Rajab, las protestas no están relacionadas directamente con la carrera de Fórmula Uno, sino que pretenden utilizarla como plataforma para mostrar sus reivindicaciones.
"La celebración de la prueba supone enviar un mensaje equivocado a los bareiníes y aficionados de la Fórmula Uno", dijo a Efe Rajab, que recordó que el régimen intenta ocultar hechos como la anterior detención y tortura de algunos de los empleados que trabajan en el mismo circuito automovilístico.
Desde el inicio de las protestas en febrero de 2011, han muerto al menos 70 personas en Baréin, mientras que miles han sido detenidas y decenas condenadas a penas de prisión, de acuerdo a los datos de la oposición.
Baréin es un pequeño reino del golfo Pérsico, en el que el 70 % de la población es chií, aunque está gobernado por una monarquía suní.
EFE
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