El presidente brasileño está convencido de que Río de Janeiro está preparada para ser sede de los próximos juegos olímpicos.
El presidente de Brasil, Luis Inácio
Lula da Silva, afirmó hoy en rueda de prensa que Brasil y América
del Sur van a intentar luchar "con uñas y dientes" para que Río de
Janeiro organice los Juegos Olímpicos de 2016.
"Río está preparado en cuerpo y alma para hacer los Juegos. Pienso que es la primera vez que Brasil se preparó para ganar, estamos en condiciones para ello", dijo Lula, para quien no hay otro proyecto con la "calidad, consistencia y magnitud" del brasileño.
Parafraseando a su homólogo estadounidense, Barack Obama, Lula reiteró que "nosotros podemos y vamos a realizar estos juegos".
El mandatario brasileño destacó que la candidatura de Río ha actuado "profesionalmente", cuenta con el compromiso de los tres poderes políticos y ha demostrado al COI que tiene la "competencia" necesaria para organizar los "mejores" Juegos.
Lula recordó también que su país vive un momento económico "excepcional", que le ha afectado la crisis financiera mundial menos que a muchos países ricos y que ha sido el primero en superarla.
Como ejemplo, citó que mientras el desempleo sigue aumentado en los países desarrollados, el Gobierno brasileño creó el mes pasado 240.000 puestos de trabajo y que su objetivo es llegar a finales de año a un millón.
Brasil es además el único país entre las mejores economías del mundo que no ha organizado unas Juegos, recordó.
El presidente de Brasil habló también de que su país ha recuperado la autoestima y que nunca la ha tenido más alta.
"La recuperación de nuestro país es incuestionable, la gente percibe que por primera vez se están haciendo las cosas, vivimos un momento mágico. Puedo garantizar que no existe un país en el mundo que tengo la certeza en el futuro de Brasil", dijo.
Lula aceptó el paralelismo entre sus campañas electorales en Brasil y la lucha de Río por ser la sede de los Juegos.
"Mucha gente decía que un brasileño no iba a votar como presidente a un antiguo obrero. La historia se repite, es el mismo tipo de convencimiento: antes muchos dirían que nosotros no podemos hacerlo, pero sí que podemos", reiteró.
La posibilidad de organizar las Juegos supondría algo más para Río y Brasil que para el resto de ciudades y países involucrados, ya que sería una oportunidad de futuro para "forzarnos a hacer aún más cosas", para impulsar el compromiso del empresariado con el poder público y permitir a 180 millones de sudamericanos poder ver de cerca unos Juegos por primera vez.
Lula dijo que no hay pueblo más apasionado por el deporte que el brasileño y resaltó la oportunidad "extraordinaria" que sería el legado que quedaría para la juventud, además de que la atención mediática sobre el país sería enorme, algo que "no tiene precio".
El presidente brasileño habló de ser "respetuoso" con los rivales y de que no es "éticamente correcto" criticar a las otras ciudades, -en alusión a las declaraciones ayer de José María Odriozola, vicepresidente del Comité Olímpico Español-, afirmando que "más que nunca" estamos con Río y con Brasil.
"No trabajo con la hipótesis de ser derrotado, pero soy un amante de la democracia, y si no ganamos no voy a salir hablando de injusticias", declaró.
Lula estuvo acompañado en la rueda de prensa por el ministro de Deportes, Orlando Silva; el alcalde de Río, Eduardo Paes; el gobernador del estado de Río, Sérgio Cabral; el presidente del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Nuzman, y el secretario general de Río 2016, Carlos Roberto Osório, aunque ninguno intervino.
El presidente brasileño mantendrá a lo largo del día encuentros bilaterales con miembros del COI y se reunirá con su presidente, Jacques Rogge, acudirá a un almuerzo con la reina Margarita de Dinamarca en el palacio de Amalienborg y luego a la apertura oficial de la CXXI sesión del COI en la Ópera de Copenhague.
EFE
"Río está preparado en cuerpo y alma para hacer los Juegos. Pienso que es la primera vez que Brasil se preparó para ganar, estamos en condiciones para ello", dijo Lula, para quien no hay otro proyecto con la "calidad, consistencia y magnitud" del brasileño.
Parafraseando a su homólogo estadounidense, Barack Obama, Lula reiteró que "nosotros podemos y vamos a realizar estos juegos".
El mandatario brasileño destacó que la candidatura de Río ha actuado "profesionalmente", cuenta con el compromiso de los tres poderes políticos y ha demostrado al COI que tiene la "competencia" necesaria para organizar los "mejores" Juegos.
Lula recordó también que su país vive un momento económico "excepcional", que le ha afectado la crisis financiera mundial menos que a muchos países ricos y que ha sido el primero en superarla.
Como ejemplo, citó que mientras el desempleo sigue aumentado en los países desarrollados, el Gobierno brasileño creó el mes pasado 240.000 puestos de trabajo y que su objetivo es llegar a finales de año a un millón.
Brasil es además el único país entre las mejores economías del mundo que no ha organizado unas Juegos, recordó.
El presidente de Brasil habló también de que su país ha recuperado la autoestima y que nunca la ha tenido más alta.
"La recuperación de nuestro país es incuestionable, la gente percibe que por primera vez se están haciendo las cosas, vivimos un momento mágico. Puedo garantizar que no existe un país en el mundo que tengo la certeza en el futuro de Brasil", dijo.
Lula aceptó el paralelismo entre sus campañas electorales en Brasil y la lucha de Río por ser la sede de los Juegos.
"Mucha gente decía que un brasileño no iba a votar como presidente a un antiguo obrero. La historia se repite, es el mismo tipo de convencimiento: antes muchos dirían que nosotros no podemos hacerlo, pero sí que podemos", reiteró.
La posibilidad de organizar las Juegos supondría algo más para Río y Brasil que para el resto de ciudades y países involucrados, ya que sería una oportunidad de futuro para "forzarnos a hacer aún más cosas", para impulsar el compromiso del empresariado con el poder público y permitir a 180 millones de sudamericanos poder ver de cerca unos Juegos por primera vez.
Lula dijo que no hay pueblo más apasionado por el deporte que el brasileño y resaltó la oportunidad "extraordinaria" que sería el legado que quedaría para la juventud, además de que la atención mediática sobre el país sería enorme, algo que "no tiene precio".
El presidente brasileño habló de ser "respetuoso" con los rivales y de que no es "éticamente correcto" criticar a las otras ciudades, -en alusión a las declaraciones ayer de José María Odriozola, vicepresidente del Comité Olímpico Español-, afirmando que "más que nunca" estamos con Río y con Brasil.
"No trabajo con la hipótesis de ser derrotado, pero soy un amante de la democracia, y si no ganamos no voy a salir hablando de injusticias", declaró.
Lula estuvo acompañado en la rueda de prensa por el ministro de Deportes, Orlando Silva; el alcalde de Río, Eduardo Paes; el gobernador del estado de Río, Sérgio Cabral; el presidente del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Nuzman, y el secretario general de Río 2016, Carlos Roberto Osório, aunque ninguno intervino.
El presidente brasileño mantendrá a lo largo del día encuentros bilaterales con miembros del COI y se reunirá con su presidente, Jacques Rogge, acudirá a un almuerzo con la reina Margarita de Dinamarca en el palacio de Amalienborg y luego a la apertura oficial de la CXXI sesión del COI en la Ópera de Copenhague.
EFE
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