Se espera una pugna entre el francés Sebastien Loeb (Citroen), y el finlandés Mikko Hirvonen (Ford), aunque en esta primera prueba no hay un favorito claro.
La nieve del rally de Suecia será el punto de partida de un Mundial de rallys en el que se espera una pugna entre el francés Sebastien Loeb (Citroen), y el finlandés Mikko Hirvonen (Ford), aunque en esta primera prueba, por ser la inicial, por las condiciones y el elenco de participantes, no hay un favorito claro.
Y es que en una competición en donde la mayoría de pruebas, trece en total, ocho son sobre tierra y cuatro sobre asfalto, y sólo una, la inicial, la que debería ser de tanteo de la situación de cada uno y cada máquina, es sobre nieve, con lo que el resultado final se hace difícil de pronosticar.
Loeb busca su séptimo título, mientras que Hirvonen opta a mejorar el subcampeonato del año pasado. Pero aquí el segundo tiene ventaja, es escandinavo y los nacidos en esta zona están más acostumbrados la conducción sobre estos elementos que los latinos, como Loeb, o el español Dani Sordo, compañero del galo en Citroen, equipo que en teoría comienza la temporada en igualdad y sin primer ni segundo piloto.
"Seb" ya ganó aquí hace seis años y fue el vencedor de la cita nevada del año pasado, Noruega, aunque hace dos años, la última vez que el mundial pisó Suecia, Loeb tuvo que abandonar tras dos accidentes. Es capaz de todo pero aquí sus opciones se reducen.
Así, la nieve aumenta las posibilidades de los escandinavos. Arriba estará el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford), si no sufre uno de sus habituales percances, y eso que corre con coche con que se cayó por un precipicio en Portugal que quedó siniestro, y el noruego Henning Solberg (Ford).
Mucho se espera del doble campeón del mundo Marcus Gronholm, que regresa de su retirada por su amor a esta prueba. Ha revelado que no sigue la preparación de cuando luchaba por el Mundial pero manejará un Ford Focus WRC de última generación, por lo que podría dar la sorpresa.
Y una incógnita será el también finés Kimi Raikkonen. Ha cambiado su Ferrari F1 por un Citroen C4 WRC, y se enfrenta a su segunda cita del mundial de rallys, la primera abandonó por accidente, y a su segundo rally sobre nieve -hace dos semanas participó en una prueba del campeonato finlandés-, y en la primera también terminó en la cuneta.
Su mayor dificultad estará en la compenetración con el copiloto pero se espera que según pasen las pruebas su rendimiento mejore y pueda estar en los puntos.
La cita sueca vuelve al mundial tras un año alejado del calendario, después de ser uno de los rallys que sí ha entrado en el turnismo rotatorio ideado por la Federación Internacional de Automovilismo.
Aunque mantiene el parque cerrado en la ciudad de Karlstad, los organizadores han situado el recorrido de la prueba al norte de la ciudad. Ante la duda de si habría nieve decidieron colocar los tramos los más septentrional posible, y se han encontrado con el invierno más nevado de los últimos veinte años.
Así, se espera nieve abundante y unas temperaturas que podrían llegar a los veinticinco bajo cero. Los taludes de nieve en los laterales de las pistas serán más importantes que nunca, aunque permanecerá la duda sobre la existencia de hielo detrás de cada curva.
En total se disputarán 1.879,23 kilómetros, de los que 345,15 serán cronometrados y repartidos en veintiuna especiales. El rally comenzará al jueves por la noche con una superespecial de 1,90 kilómetros, mientras que el viernes se completará la primera etapa con ocho nuevos tramos que sumarán en total 126,34. En total este primera día se recorrerán 734,97 km.
El sábado se disputará la segunda etapa con un total de 698,65 km, de los que 117,76 serán de velocidad y estarán repartidos ocho especiales. Y la prueba finalizará el domingo con 445,61 km de los que 101,05 serán contra el reloj en cinco especiales. EFE
Y es que en una competición en donde la mayoría de pruebas, trece en total, ocho son sobre tierra y cuatro sobre asfalto, y sólo una, la inicial, la que debería ser de tanteo de la situación de cada uno y cada máquina, es sobre nieve, con lo que el resultado final se hace difícil de pronosticar.
Loeb busca su séptimo título, mientras que Hirvonen opta a mejorar el subcampeonato del año pasado. Pero aquí el segundo tiene ventaja, es escandinavo y los nacidos en esta zona están más acostumbrados la conducción sobre estos elementos que los latinos, como Loeb, o el español Dani Sordo, compañero del galo en Citroen, equipo que en teoría comienza la temporada en igualdad y sin primer ni segundo piloto.
"Seb" ya ganó aquí hace seis años y fue el vencedor de la cita nevada del año pasado, Noruega, aunque hace dos años, la última vez que el mundial pisó Suecia, Loeb tuvo que abandonar tras dos accidentes. Es capaz de todo pero aquí sus opciones se reducen.
Así, la nieve aumenta las posibilidades de los escandinavos. Arriba estará el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford), si no sufre uno de sus habituales percances, y eso que corre con coche con que se cayó por un precipicio en Portugal que quedó siniestro, y el noruego Henning Solberg (Ford).
Mucho se espera del doble campeón del mundo Marcus Gronholm, que regresa de su retirada por su amor a esta prueba. Ha revelado que no sigue la preparación de cuando luchaba por el Mundial pero manejará un Ford Focus WRC de última generación, por lo que podría dar la sorpresa.
Y una incógnita será el también finés Kimi Raikkonen. Ha cambiado su Ferrari F1 por un Citroen C4 WRC, y se enfrenta a su segunda cita del mundial de rallys, la primera abandonó por accidente, y a su segundo rally sobre nieve -hace dos semanas participó en una prueba del campeonato finlandés-, y en la primera también terminó en la cuneta.
Su mayor dificultad estará en la compenetración con el copiloto pero se espera que según pasen las pruebas su rendimiento mejore y pueda estar en los puntos.
La cita sueca vuelve al mundial tras un año alejado del calendario, después de ser uno de los rallys que sí ha entrado en el turnismo rotatorio ideado por la Federación Internacional de Automovilismo.
Aunque mantiene el parque cerrado en la ciudad de Karlstad, los organizadores han situado el recorrido de la prueba al norte de la ciudad. Ante la duda de si habría nieve decidieron colocar los tramos los más septentrional posible, y se han encontrado con el invierno más nevado de los últimos veinte años.
Así, se espera nieve abundante y unas temperaturas que podrían llegar a los veinticinco bajo cero. Los taludes de nieve en los laterales de las pistas serán más importantes que nunca, aunque permanecerá la duda sobre la existencia de hielo detrás de cada curva.
En total se disputarán 1.879,23 kilómetros, de los que 345,15 serán cronometrados y repartidos en veintiuna especiales. El rally comenzará al jueves por la noche con una superespecial de 1,90 kilómetros, mientras que el viernes se completará la primera etapa con ocho nuevos tramos que sumarán en total 126,34. En total este primera día se recorrerán 734,97 km.
El sábado se disputará la segunda etapa con un total de 698,65 km, de los que 117,76 serán de velocidad y estarán repartidos ocho especiales. Y la prueba finalizará el domingo con 445,61 km de los que 101,05 serán contra el reloj en cinco especiales. EFE
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