La entrenadora fue la primera en abandonar el aeropuerto Jorge Chávez y luego sus dirigidas lo hicieron en diversos taxis.
“Para variar”. Esa fue la única frase que soltó la entrenadora de la selección peruana de vóleibol, Natalia Málaga respecto al incidente que afrontó junto a sus dirigidas al llegar al aeropuerto Jorge Chávez y no encontrar ningún bus de la Federación que las recoja.
Málaga apoyó a las jugadoras para pagar los taxis compartidos y así marcharse a sus casas para descansar luego del viaje desde Argentina. La entrenadora fue la primera en abandonar el aeropuerto Jorge Chávez.
De otro lado, Natalia se refirió a la campaña del combinado nacional en el Grand Prix tanto en las etapas de Perú y Argentina.
“A las jugadoras les falta todavía mucha más experiencia cuando están en un momento de presión, no supieron salir de eso. Esto sirve para corregir nuestros errores y seguir trabajando”, dijo Málaga al resaltar que aún se trata de un equipo muy joven.
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