Tenista serbio mostró su desazón tras quedar fuera de Roland Garros, pero pese a ello afirmó que Federer jugó de forma increíble y fue un justo vencedor.
Novak Djokovic, que cayó hoy eliminado en semifinales de Roland Garros frente al suizo Roger Federer y puso fin a una racha de 41 partidos invicto esta temporada, aseguró que nunca mira hacia atrás y que llorar no sirve de nada.
"No tengo nada que lamentar, nunca miro atrás, no sirve de nada lamentarse, llorar", dijo el serbio, que de haber ganado hoy se habría coronado como número 1 del mundo.
Djokovic aseguró que su rival jugó "un partido increíble (...) quizá es su mejor partido del año, y que "merece la recompensa". "Estoy viviendo un momento extraordinario, pero esta racha se iba a terminar un día u otro", agregó el de Belgrado, que entiende que la clave del encuentro radicó en que Federer supo "gestionar la presión en los momentos importantes".
Para Djokovic, el hecho de que no tuviera que disputar los cuartos de final por la retirada de Fabio Fognini no tuvo incidencia. "Estos cuatro días me he entrenado cada día. Cuando estás en un torneo no importa tanto no jugar, estás dentro, concentrado, no te despistas.... tienes tu cotidiano de trabajo", aseguró.
El serbio reconoció que tenía presión añadida por la posibilidad de hacerse con la corona del tenis mundial. "Era muy importante, había muchas cosas en juego", comentó Djokovic en una conferencia de prensa en la que explicó que se ha retirado del torneo de Queens para descansar.
EFE
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