El exentrenador del equipo nacional de fondistas dejó el país tras ser destituido de su cargo por el Comité Olímpico Peruano por una agresión a la atleta peruana.
Con las ganas de rectificar su honor, así se fue del Perú el entrenador coreano Pedro Kim, quien era el encargado del equipo olímpico peruano y fue destituido por el Comité Olímpico Peruano (COI) por golpear a la fondista de Junín Gladys Tejeda durante los Juegos Olímpicos de Londres.
Kim llegó hasta las instalaciones del aeropuerto Jorge Chávez acompañado por algunos de sus exdirigidos, a los cuales, según relató, extrañará.
“Me duele el corazón despedirme de los atletas, antes de ocurrida esta incidencia, planeaba otras metas que no me fueron permitidas. Es como dejar a mis hijos”, señaló a un medio local.
El estratega asiático no se fue sin antes ratificar que no agredió, ni acosó sexualmente a Tejeda, tal como la atleta denunció.
“Escuchar de acoso sexual es como oír una broma. Jamás tuve una intención de acoso sexual, siento mucha pena por esto”, indicó.
Finalmente, Kim dijo que fue castigado “sin pruebas” y que tras recuperarse físicamente, buscará la manera de rectificar su “honor manchado”.
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