El tenista mallorquín se impuso a su compatriota en Barcelona por 6-4 y 6-3 en una final marcada por la lluvia durante el encuentro.
El español Rafael Nadal logró su octavo título en Barcelona tras batir a su compatriota Nicolás Almagro, por 6-4 y 6-3, en una hora y treinta y dos minutos, en una final marcada por la aparición de la lluvia al inicio y al final del partido.
El mallorquín logra, de este modo, el 54° título de su carrera y el cuarto de la temporada -tras los de Sao Paulo, Acapulco e Indian Wells- en seis finales consecutivas, una botín impensable para él después de estar más de siete meses parado por una lesión de rodilla.
Y eso que, como ante el francés Paire en cuartos y el canadiense Raonic en semifinales, Nadal empezó cediendo hoy su servicio. Contra Almagro además, lo hizo dos veces seguidas, así que el murciano se colocó 3-0 nada más arrancar el partido.
Nadal encadenó cuatro juegos seguidos para ponerse 4-3. A esas alturas del choque, el cielo había dado una tregua al partido y el murciano se reenganchó a él. Tuvo tres bolas de rotura para ponerse 5-4 y saque, pero Nadal las salvó las tres, logró mantener su servicio y romper el de su rival en el juego siguiente, desplegando el mejor tenis que se le ha visto este año en Barcelona.
Almagro había jugado un primer set más que digno, pero se le había escapado. La frustración se fue apoderando poco a poco de Almagro en el segundo set, y eso que salvó un 0-40 para ponerse 1-1. Sin embargo, Nadal logro romperle el servicio en la siguiente ocasión y ponerse 4-1 arriba.
El murciano acabó claudicando como lo hacen casi todos cuando se enfrentan al rey de la tierra, "un monstruo que está por encima de los demás en esta superficie", como el mismo Almagro, que ha perdido sus diez partidos contra Rafa, reconoció en los parlamentos al final del partido.
EFE
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