El tenista español es el más solicitado por los aficionados chinos que mueren por tener un autógrafo o algún recuerdo suyo.
El tenista español Rafael Nadal es el tenista más buscado del Abierto de China, que se disputa esta semana en Pekín, emulando el éxito que ya tuvieron otros iconos mediáticos, como el futbolista David Beckham, pero desatando la locura entre los seguidores chinos.
Si el futbolista británico vendió camisetas como "churros" durante su etapa en el equipo blanco y provocaba más de un cambio de corte de pelo en los seguidores en el gigante chino, con el tenista mallorquín las cosas se han triplicado.
Sólo un simple peloteo en el entrenamiento llena de gritos y locura colectiva el recinto del Centro Nacional de Tenis de la capital china, el mismo en el que Nadal se colgó el verano del año pasado el oro olímpico.
Banderas españolas, mensajes desplegables, pelotas gigantes, gorras, llaveros o la propia ropa que se usa en ese momento: todo vale para conseguir la ansiada firma del mallorquín, la estrella más deseada del torneo.
Entre la marea que presencia el entrenamiento de Nadal se encuentra Chen Tang, una joven de 22 años de la ciudad de Taiyuan (en la provincia central de Shanxi), con una gorra con la foto del de Manacor, un llavero con numerosas estampas del jugador en diferentes cadenas y fotos de su ídolo de hace varios años en la cartera.
"He estado trabajando todo el verano en mi pueblo para ahorrar y poder pagarme el billete y la entrada para venir a Pekín", comenta Chen, quien lamenta que no pudo venir a verle en los Juegos Olímpicos que se celebraron el año pasado porque era muy caro.
Emocionada por verlo tan sólo entrenar, Chen comenta que le encantaría hablar con él en persona y que su sueño sería, viajar a Mallorca algún día.
Al terminar el entrenamiento, el español es de los jugadores que se paran a firmar autógrafos y hacerse fotografías, pero los guardias de seguridad de la organización deben emplearse a fondo para impedir que las vallas de seguridad cedan ante el empuje popular.
Aunque no todos lo consiguen, muchos se conforman con haberlo visto, o hasta con regalarle un abanico con el nombre de Nadal escrito en chino mandarín.
Este es el caso de una seguidora del tenista desde hace cuatro años, que lleva encima una biografía del tenista y que subraya que "Rafa es muy pasional en la pista".
La organización del Abierto de China aumenta con el paso de los días de la competición las medidas de seguridad, más después de que ayer dos chicas se colasen a la zona reservada a los jugadores sin ningún tipo de pase y con la única excusa de conocer al tenista ruso Marat Safin.
Fuentes del torneo también señalan que han tenido que prohibir a los voluntarios pedir autógrafos y fotografías al tenista español, actual número dos del ranking mundial de la ATP, además de amenazarlos con la expulsión del torneo para evitar que utilicen otra táctica, la de pedir a los periodistas una firma de Nadal en las ruedas de prensa.
Mientras tanto, el tenista español señala sonriente e impasible que tiene "grandes recuerdos de Pekín, especialmente por la Olimpiada pero también en 2005 que jugué aquí (Nadal ganó ese año el Abierto de China). Es una ciudad con un público muy afectuoso y siempre es bonito que te reciban con los brazos abiertos".
EFE
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