Valentino Rossi ganó hoy el gran premio de Cataluña de MotoGP con un tiempo de 43:11.897 al superar a su compañero de equipo Jorge Lorenzo
Valentino Rossi (Fiat-Yamaha) ganó hoy el gran premio de Cataluña de MotoGP con un tiempo de 43:11.897 al superar a su compañero de equipo Jorge Lorenzo en la última curva del circuito de Montmeló, después de un primer y apasionante duelo directo entre ambos pilotos, culminado con una extraordinaria última vuelta que permitió al italiano obtener su segundo triunfo de la temporada.
Separados en la línea de llegada por 95 milésimas de segundo, Rossi y Lorenzo ofrecieron un extraordinario pulso deportivo. Para Lorenzo, Rossi ha dejado de ser un maestro del motociclismo para convertirse en su gran rival. Ambos pelearon por la victoria con la ambición de los campeones, en una carrera que puede cambiar de manera definitiva la relación entre ambos. Rossi tiene a pocos metros a su peor enemigo deportivo.
Lorenzo, que salió desde la "pole", gobernó casi toda la carrera. Dejó en el camino a todos los rivales, salvo al italiano. El primer gran pulso entre ambos, el gran foco de interés del Mundial, estaba servido.
Al estilo de las grandes ocasiones, todo se decidió en la última vuelta. Rossi superó a Lorenzo en la recta principal. El mallorquín, todo ambición, volvió a adelantarle en una maniobra que parecía definitiva. Ya en la última vuelta, Rossi arriesgó del todo. Se llevó el premio final, con Lorenzo pisándole los talones, ante el éxtasis de la grada de Montmeló, dividida entre las dos Yamaha: Lorenzo corría en casa, pero el carisma de Rossi es, de momento, incomparable.
La batalla entre ambos, que puede acabar convirtiendo el "box" de Yamaha en un hervidero, eclipsó toda la carrera. Obligó al resto de pilotos a convertirse en actores secundarios. Casey Stoner (Ducati) comenzó la prueba en cabeza, agarrado a las dos Yamaha, pero se descolgó antes de alcanzar el ecuador de la carrera.
El australiano aseguró el tercer puesto pese al acoso de Andrea Dovizioso (Honda), que escaló posiciones en su intento de aspirar al podio, objetivo inalcanzable si Rossi, Lorenzo y Stoner pilotan sin errores.
En un segundo plano rodó Dani Pedrosa, muy mermado físicamente. Aunque escaló cuatro puestos en las dos primeras vueltas, desde la octava a la cuarta, acabó firmando un sexto puesto que no le permite avanzar demasiado en el Mundial, pero que premia su increíble esfuerzo físico. Volvió a correr infiltrado, superando sus dolores de cadera para atrapar diez puntos.
Sete Gibernau, por su parte, fue decimoquinto, por delante tan sólo de dos debutantes, Canepa y Talmacsi. Menos suerte tuvo Toni Elías, que se fue al suelo demasiado pronto. El piloto de Manresa había logrado una gran posición en la parrilla inicial -quinto-, pero se cayó en la séptima vuelta. Intentó recuperar su Honda no oficial y regresar a carrera, pero le fue imposible. Vio el final de la carrera desde su "box".
La victoria de Rossi, su noveno triunfo en Montmeló -sexto en la máxima categoría- y el número 99 (dorsal de Lorenzo) en toda su carrera, le convierte nuevamente en el líder del Mundial, pero sólo gracias al número de podios porque la clasificación general está más apretada que nunca: Stoner y Lorenzo también tienen 106 puntos, como el italiano.
EFE
Separados en la línea de llegada por 95 milésimas de segundo, Rossi y Lorenzo ofrecieron un extraordinario pulso deportivo. Para Lorenzo, Rossi ha dejado de ser un maestro del motociclismo para convertirse en su gran rival. Ambos pelearon por la victoria con la ambición de los campeones, en una carrera que puede cambiar de manera definitiva la relación entre ambos. Rossi tiene a pocos metros a su peor enemigo deportivo.
Lorenzo, que salió desde la "pole", gobernó casi toda la carrera. Dejó en el camino a todos los rivales, salvo al italiano. El primer gran pulso entre ambos, el gran foco de interés del Mundial, estaba servido.
Al estilo de las grandes ocasiones, todo se decidió en la última vuelta. Rossi superó a Lorenzo en la recta principal. El mallorquín, todo ambición, volvió a adelantarle en una maniobra que parecía definitiva. Ya en la última vuelta, Rossi arriesgó del todo. Se llevó el premio final, con Lorenzo pisándole los talones, ante el éxtasis de la grada de Montmeló, dividida entre las dos Yamaha: Lorenzo corría en casa, pero el carisma de Rossi es, de momento, incomparable.
La batalla entre ambos, que puede acabar convirtiendo el "box" de Yamaha en un hervidero, eclipsó toda la carrera. Obligó al resto de pilotos a convertirse en actores secundarios. Casey Stoner (Ducati) comenzó la prueba en cabeza, agarrado a las dos Yamaha, pero se descolgó antes de alcanzar el ecuador de la carrera.
El australiano aseguró el tercer puesto pese al acoso de Andrea Dovizioso (Honda), que escaló posiciones en su intento de aspirar al podio, objetivo inalcanzable si Rossi, Lorenzo y Stoner pilotan sin errores.
En un segundo plano rodó Dani Pedrosa, muy mermado físicamente. Aunque escaló cuatro puestos en las dos primeras vueltas, desde la octava a la cuarta, acabó firmando un sexto puesto que no le permite avanzar demasiado en el Mundial, pero que premia su increíble esfuerzo físico. Volvió a correr infiltrado, superando sus dolores de cadera para atrapar diez puntos.
Sete Gibernau, por su parte, fue decimoquinto, por delante tan sólo de dos debutantes, Canepa y Talmacsi. Menos suerte tuvo Toni Elías, que se fue al suelo demasiado pronto. El piloto de Manresa había logrado una gran posición en la parrilla inicial -quinto-, pero se cayó en la séptima vuelta. Intentó recuperar su Honda no oficial y regresar a carrera, pero le fue imposible. Vio el final de la carrera desde su "box".
La victoria de Rossi, su noveno triunfo en Montmeló -sexto en la máxima categoría- y el número 99 (dorsal de Lorenzo) en toda su carrera, le convierte nuevamente en el líder del Mundial, pero sólo gracias al número de podios porque la clasificación general está más apretada que nunca: Stoner y Lorenzo también tienen 106 puntos, como el italiano.
EFE
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