La australiana Sally Pearson obtuvo nuevo récord olímpico y medalla de oro en los 100 metros vallas al registrar un tiempo de 12.35 segundos.
Sally Pearson confirmó todos los pronósticos y se proclamó nueva campeona olímpica de 100 metros vallas, con lo que acabó con el reinado de las estadounidenses y tomó la posta de la eterna Cathy Freeman, última australiana ganadora de medalla de oro en unos Juegos.
Pearson se llevó el triunfo en una carrera vibrante con una gran emoción. Tras casi un minuto de espera, por los marcadores se anunció su triunfo con 12.35, un nuevo récord olímpico, tan solo dos centésimas menos que la defensora del título, la norteamericana Dawn Harper, mientras que el bronce fue para la también estadounidense Kellie Wells con 12.48.
Pearson, campeona mundial al aire libre y bajo techo, y la más rápida del curso con los 12.40 que logró el pasado 6 de julio en Saint Denis, exhibió su dominio en la pista del estadio Olímpico londinense para subir un peldaño más en el podio, tras haber sido segunda en Pekín2008 con el apellido McLellan.
Dawn Harper, su verdugo en el ‘nido de pájaro’, y Joanna Hayes, oro en Atenas2004, habían convertido a Estados Unidos en la dominadora olímpica de las vallas altas, pero la atleta de Sydney no dejó escapar la oportunidad de tomar el oro en esta ocasión.
Declarada por la IAAF mejor atleta femenina del año en 2011, Pearson se convirtió en la tercera australiana que gana el oro olímpico en esta prueba tras Shirley Strickland en Helsinki 1952 y Melbourne1956 y Maureen Caird en México1968.
En la semifinal Pearson se dio un paseo de 12.39, mejor marca mundial de la temporada, y dejó claro que había venido a por el oro sin dar opción a sus rivales.
Pearson no lo tuvo fácil en la final. Controló la prueba hasta los últimos metros, en los que la progresión de Harper puso en duda su triunfo.
Tras algo menos de un minuto de espera, la australiana festejó el oro, en tanto que la ya excampeona rebajó su marca personal, igual que Wells, única en ganar a la australiana este año precisamente en la capital británica el pasado mes en la reunión de la Liga de Diamante.
EFE
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