Ambos deportistas fueron premiados con dicho galardón por la IAAF pese a que los pronósticos apuntan a otros atletas.
El jamaicano Usain Bolt, campeón mundial de 200 y 4x100 metros, y la australiana Sally Pearson, campeona de 100 metros vallas, han sido elegidos, contra pronóstico, atletas mundiales del año por la IAAF, galardón que lleva aparejado un cheque de 100.000 dólares.
La IAAF se ha inclinado por Bolt, que recibe por tercera vez el trofeo, en detrimento de su compañero de entrenamientos Yohan Blake, que obtuvo en Daegu (Corea del Sur) el título mundial de 100 metros tras la descalificación del plusmarquista mundial por salida falsa.
Bolt ya fue mejor atleta del año en 2008, cuando explotó en los Juegos Olímpicos de Pekín con tres oros y otros tantos récords, y también en 2009, cuando repitió la hazaña, paso por paso, en los Mundiales de Berlín.
La terna de finalistas masculinos incluía también al keniano David Rudisha, plusmarquista mundial de 800 metros, que también consiguió el título mundial en esta distancia.
En categoría femenina Pearson se impuso en la votación a la neozelandesa Valerie Adams, campeona mundial de peso, y a la keniana Vivian Cheruiyot, que logró el único doblete en los Mundiales de Daegu (Corea del Sur) al ganar los 5.000 y los 10.000 metros y había sido, además, campeona mundial de cross en España.
"Ha sido una gran sorpresa para mí", admitió Pearson, "porque Vivian ha conseguido tres títulos mundiales". La australiana logró, además, la mejor marca en los últimos 19 años (12.28).
Bolt compareció ante los medios sin la frescura de otras veces. Respondió con desgana y, con entonación cansina repitió los conceptos que maneja habitualmente, especialmente su ilusión por convertirse en una leyenda del atletismo.
Al menos tantos méritos como Bolt ha contraído este año Yohan Blake, de solo 21 años, que se declara amigo de Usain, con quien comparte, no sólo los entrenamientos bajo la dirección de Glen Mills, sino su paso por el cricket y su afición al juego de dominó.
Nacido en una familia de nueve hermanos sin ninguna tradición deportiva relevante, Blake abandonó el cricket con 16 años para iniciarse en las pistas de atletismo con la esperanza de labrarse un porvenir fuera del bar que regentaba su padre, y en el que había adquirido singular destreza en la elaboración de cócteles de jugo de frutas sin alcohol.
Blake se declara orgulloso de sus raíces africanas, aunque sólo una vez ha visitado el continente negro: en 2006, cuando logró la medalla de bronce en el Mundial júnior de Marrakesh (Marruecos), pocos días después de haber ganado los títulos nacionales de 100 y 200 metros en la misma categoría.
Ese año, con una marca de 10.33, ocupó el puesto 162 en el ránking mundial de 100 metros, pero fue progresando rápidamente. La temporada siguiente, con solo 18 años, dio un salto hasta el puesto 30, con un registro de 10.11.
En 2009 rompió la barrera de los diez segundos (9.93) y se situó séptimo en la lista mundial del año. Repitió puesto en 2010 con una marca de 9.89, cuando fue segundo en Londres, detrás de Tyson Gay, y este año termina quinto del mundo con 9.82 pero con el título mundial en el bolsillo y la segunda mejor marca de todos los tiempos en 200: 19.26, a siete centésimas del récord mundial de Bolt.
La carrera de Blake cambió de signo el 28 de agosto pasado. Eran las 20.45 en Daegu (Corea del Sur) cuando los ocho participantes en la final mundialista de 100 metros se apostaron en los tacos de salida. Blake ocupaba la sexta calle, a la derecha de Bolt, y se movió ligeramente. El campeón, tal vez obsesionado con la pujanza de su joven adversario, no esperó al disparo: partió como una bala para percatarse inmediatamente que había cometido un error fatal.
La descalificación de Bolt causó una gran conmoción en el estadio, pero Blake no perdió la concentración. Hizo su mejor carrera del año (9.92) y se proclamó campeón en la prueba reina del programa, el más joven de la historia con 21 años y 244 días.
El último día, Blake y Bolt compartieron con Nesta Carter y Michael Frater un nuevo récord mundial de relevos 4x100 (37.04), y el 16 de septiembre en el memorial Van Damme de Bruselas Blake remató su espléndida temporada con su marca de 19.26 en 200.
Bolt admite que Blake "ha trabajado más" (que él) este año y reconoce que en 100 metros su joven compañero tiene posibilidades de vencerle, pero no en 200, su prueba favorita.
"Se lo he dicho a Yohan y a muchos amigos. Los 200 es mi prueba favorita y no le dejaré vencerme. He trabajado muy duro durante años para perfeccionar mi carrera en esta distancia y le he dicho que no permitiré que me gane", afirmó hoy mismo Bolt.
El plusmarquista mundial reveló que Blake a veces le derrota en en los entrenamientos -"pero no importa, son solo entrenamientos", advierte-. "Es un chico muy competitivo. A veces tengo que explicarle que es conveniente relajarse. Pero también es divertido. Nos reímos mucho todos los días".
EFE
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