La tenista estadounidense reconoció que no se encuentra al cien por ciento, aunque se siente feliz por haber vuelto a las competencias tras superar una dolencia.
La estadounidense Serena Williams, otrora número uno del mundo, regresó a la competición casi un año después, desde que conquistó el torneo de Wimbledon el año pasado, con una victoria ante la búlgara Tsvetana Pironkova en tres sets (1-6, 6-3 y 6-4), para avanzar a la segunda ronda del torneo de Eastbourn, reconoció estar aún "un poco oxidada pero feliz por volver".
Serena Williams no disputaba un encuentro oficial desde el 3 de julio del 2010, cuando se impuso en el Grand Slam de Londres. Desde entonces, una lesión en su pie derecho y posteriores problemas de salud echaron por tierra cada intento de retorno a las canchas.
"Es fantástico estar de vuelta. Tsvetana es un excelente jugadora Venció a Venus en Wimbledon el año pasado. Afronté con entusiasmo el partido aunque reconozco que aún estoy un poco oxidada. Pero me gusta mucho estar aquí. Otra vez sobre el césped. Pero prefiero simplemente pensar en cada día", expresó tras el partido.
Serena Williams llevaba casi un año sin pisar las pistas. Perdió el primer set en menos de media hora. Y comenzó el segundo con dos puntos de rotura sobre su saque. Enmendó la situación.
"No fue un partido fácil", dijo Serena después de venir de un set abajo para ganar, "Más que nada quería ganar. Mentalmente estuve concentrada y centrada en el triunfo. Podría haber jugado mucho mejor pero estoy contenta con mi actuación en líneas generales", dijo.
"Al principio estaba un poco ansiosa. Cometí muchos errores. El saque me mantuvo en el partido. Sin eso no hubiera ganado", destacó la tenista de Florida, hace un año dominadora del tenis femenino. Serena agradeció el apoyo del público en su retorno.
"Espero que el público haya disfrutado del partido y que estén a mi lado. Me hace feliz el apoyo del público. Lo necesito", dijo la estadounidense, que se medirá a la rusa Vera Zvonareva en segunda ronda, precisamente la jugadora con la que disputó el último partido, la final de Wimbledon, antes de sufrir la lesión.
EFE
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