Anuncio mostrado en Super Bowl consagró a Max Page que alcanzó el estrellato tras aparecer disfrazado como personaje de Star Wars.
El niño que salió disfrazado de Darth Vader en un anuncio emitido el domingo durante el Super Bowl se ha convertido en el gran ganador de esa competición y, pese a que no ha visto "Star Wars", acaba de conocer al mismísimo James Earl Jones, responsable de la voz del gran malvado de la conocida saga.
"Mi padre me dijo que soy la estrella del momento", aseguraba hoy en la cadena CNN el propio Max Page, un niño rubio de seis años nacido en California que acaba de venir a Nueva York para recorrer algunos de los platós más codiciados del panorama televisivo estadounidense.
Page "es el chiquillo que se robó el espectáculo del Super Bowl y el corazón de Estados Unidos", aseguraba hoy por ejemplo la cadena ABC sobre este pequeño actor, que se ha convertido de la noche a la mañana en una estrella.
Ese salto a la fama se produjo gracias a un anuncio de Volkswagen en el que ni siquiera se le ve la cara, ya que aparece en todo momento con el traje y la máscara de Darth Vader, tratando sin éxito de manipular "la Fuerza" de las cosas de la casa, hasta que finalmente da con el auto de su padre.
Ese anuncio fue el más comentado y más visto de la Super Bowl, un acontecimiento deportivo que, además de ser la final de la liga de fútbol americano, también es el mayor escenario del año para los anunciantes, que estrenan para la ocasión sus apuestas más ambiciosas.
A tres millones de dólares por medio minuto de anuncio, las agencias de publicidad sueñan con tener éxito esa noche y lograr que su anuncio se convierta en el más comentado y emblemático de una noche que hizo historia al reunir a más de 111 millones de espectadores, una cifra récord en la historia de la televisión.
Aunque el más polémico de esta edición es uno de Groupon en el que el actor Timothy Hutton bromea sobre los refugiados tibetanos, el ganador ha resultado ser el protagonizado por Page, quien nació con un problema cardíaco y a los tres meses se le implantó un marcapasos, lo que ha conmovido aún más a los estadounidenses.
El niño fue invitado anoche al teatro de Broadway donde se representa "Driving Miss Daisy" para que allí conociera a James Earl Jones, la voz de Darth Vader en la galáctica saga y quien protagoniza ahora esa obra en Manhattan, en una pausa en su periplo por los platós más codiciados de la televisión, incluidos el de "American Morning" de CNN y el de "Today Show" de NBC.
Su madre explicaba hoy en uno de esos platós que su intención no es hacer famoso al chico, que tiene cierto parecido físico a Anakin Skywalker de niño -quien luego se convierte en Darth Vader-, sino lograr que se lo pase bien y disfrute de la vida.
"Para mi hermano, actuar es algo muy divertido", añadía también su hermana, Ellison Page, a los medios que siguen en Nueva York a esta joven estrella, cuyo anuncio ya han visto cerca de 21 millones de personas en YouTube.
Según la empresa Ace Metrix, que mide el impacto de los anuncios, éste fue le más efectivo de los 19 que se emitieron de firmas automovilísticas durante el partido del domingo.
"Fue un éxito entre todos los grupos demográficos, con la adecuada combinación de simpatía, facilidad para verse y ternura", explicó en un comunicado su consejero delegado, Peter Daboll, quien reconoció que, tras la crisis atravesada por el sector automovilístico, este año "el Super Bowl se ha convertido claramente en la Auto Bowl".
EFE
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