Diez presos trabajan en el lavadero de la cárcel "Las Flores" al que bautizaron como "Don Pepe", en honor a un preso de 71 años que falleció en la prisión.
Una cárcel argentina cuenta desde hoy con su propio lavadero de automóviles en el que trabajan diez reclusos y que está abierto a cualquier cliente con el objetivo de fomentar la reinserción social de los presos.
El autolavado está situado en una de las fachadas de una cárcel de la ciudad de Santa Fe (centro) y es una iniciativa del Gobierno de la provincia homónima, explicó a Efe el secretario de Asuntos Penitenciarios, Leandro Corti.
"El trabajo y la educación son herramientas vitales para reintegrar socialmente a los presos una vez salen de la cárcel", consideró el funcionario, que participó hoy en la inauguración en Santa Fe, ubicada 470 kilómetros al noreste de Buenos Aires.
Los diez presos que trabajan en el lavadero de la cárcel "Las Flores" también participaron en su construcción y decidieron su nombre, que será el de "Don Pepe" en honor a un preso de 71 años que falleció en la cárcel por causas naturales.
El lavadero dispone además de hidrolavadoras y aspiradoras que fueron donadas por una comunidad eclesiástica de Santa Fe.
La cárcel "Las Flores" ya cuenta con una lavandería de ropa industrial, operada por varios reclusos, y con distintos talleres de capacitación industrial.
EFE
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