La ONU lamentó que la inseguridad que se respira en la zona sigua dificultando la distribución de la ayuda humanitaria. Tensiones étnicas agravan situación al sur del país.
Naciones Unidas aseguró hoy que las tensiones étnicas en Kirguizistán persisten y se teme que pueda haber otra oleada de violencia que agrave la crisis que atraviesa esta ex república soviética de Asia Central.
El secretario general adjunto del organismo para Asuntos Políticos, Óscar Fernández Taranco, explicó en una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad que la situación sigue siendo grave en el sur del país.
Asimismo, resaltó la importancia de garantizar la seguridad de los refugiados y los desplazados que empiezan a regresar a sus hogares tras el estallido de la violencia el pasado día 11, así como la necesidad de evitar provocaciones "que puedan volver a atizar la violencia".
Fernández Taranco también expresó la preocupación de Naciones Unidas por el posible impacto que la reanudación de la violencia pueda tener en esa región de Asia Central.
Por ello pidió a las organizaciones regionales que adopten medidas "para prevenir la reanudación de la violencia y fomentar un clima que conduzca a la reconciliación y la reconstrucción".
La inseguridad que todavía se respira en la zona sigue dificultando la distribución de la ayuda humanitaria que coordinan las agencias de Naciones Unidas a los damnificados por la violencia, indicó.
Los enfrentamientos entre kirguises y uzbekos que estallaron en el sur del país hace dos semanas han causado al menos 261 personas, mientras que hasta 400.000 personas en algún momento abandonaron sus hogares para huir de la violencia.
EFE
El secretario general adjunto del organismo para Asuntos Políticos, Óscar Fernández Taranco, explicó en una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad que la situación sigue siendo grave en el sur del país.
Asimismo, resaltó la importancia de garantizar la seguridad de los refugiados y los desplazados que empiezan a regresar a sus hogares tras el estallido de la violencia el pasado día 11, así como la necesidad de evitar provocaciones "que puedan volver a atizar la violencia".
Fernández Taranco también expresó la preocupación de Naciones Unidas por el posible impacto que la reanudación de la violencia pueda tener en esa región de Asia Central.
Por ello pidió a las organizaciones regionales que adopten medidas "para prevenir la reanudación de la violencia y fomentar un clima que conduzca a la reconciliación y la reconstrucción".
La inseguridad que todavía se respira en la zona sigue dificultando la distribución de la ayuda humanitaria que coordinan las agencias de Naciones Unidas a los damnificados por la violencia, indicó.
Los enfrentamientos entre kirguises y uzbekos que estallaron en el sur del país hace dos semanas han causado al menos 261 personas, mientras que hasta 400.000 personas en algún momento abandonaron sus hogares para huir de la violencia.
EFE
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