"Habría sido muy fácil matarle, pero no estaba en los planes", señaló el terrorista turco al semanario italiano Gente.
El terrorista turco que atentó contra el papa Juan Pablo II en mayo de 1981 en la Plaza San Pedro, Mehmet Ali Agca, aseguró que el objetivo no era matar al pontífice sino herirlo, según revela en una entrevista que publicará mañana el semanal italiano Gente.
En una anticipación adelantada por la revista, Agca, que el pasado 18 de enero quedó en libertad tras cumplir la pena por el asesinato de un periodista turco, afirmó que desde el lugar de la Plaza de San Pedro donde él estaba "habría sido muy fácil matarle, pero no estaba en los planes".
El turco, que ha transcurrido casi treinta años entre las prisiones de Italia y Turquía, contó al semanal su versión del porqué atentó contra el Papa polaco al explicar que en septiembre de 1980 "un agente de los servicios secretos de un país extranjero le contactó en Zúrich" para la que definieron "una misión histórica".
Este contacto, agregó Agca, le prometió que saldría de la cárcel tras sólo algunos años de prisión, aunque, reconoció que "las cosas no salieron así".
De nuevo el miembro del grupo terrorista turco de extrema derecha "Lobos grises" evitó dar más detalles sobre quién estaba detrás de su gesto y adelantó que la verdad será revelada en un libro de memorias que se publicará en noviembre.
Sobre su encuentro en la cárcel con Karol Wojtyla, afirmó que dijo al Papa que "le disgustó haberle causado tanto dolor".
-EFE-
En una anticipación adelantada por la revista, Agca, que el pasado 18 de enero quedó en libertad tras cumplir la pena por el asesinato de un periodista turco, afirmó que desde el lugar de la Plaza de San Pedro donde él estaba "habría sido muy fácil matarle, pero no estaba en los planes".
El turco, que ha transcurrido casi treinta años entre las prisiones de Italia y Turquía, contó al semanal su versión del porqué atentó contra el Papa polaco al explicar que en septiembre de 1980 "un agente de los servicios secretos de un país extranjero le contactó en Zúrich" para la que definieron "una misión histórica".
Este contacto, agregó Agca, le prometió que saldría de la cárcel tras sólo algunos años de prisión, aunque, reconoció que "las cosas no salieron así".
De nuevo el miembro del grupo terrorista turco de extrema derecha "Lobos grises" evitó dar más detalles sobre quién estaba detrás de su gesto y adelantó que la verdad será revelada en un libro de memorias que se publicará en noviembre.
Sobre su encuentro en la cárcel con Karol Wojtyla, afirmó que dijo al Papa que "le disgustó haberle causado tanto dolor".
-EFE-
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