Conoce la historia de este peculiar concurso en el que fueron premiados platos peruanos hechos fuera del Perú.
El concurso iberoamericano de recetas migrantes Sabor a Iberoamérica premió esta semana con 500 dólares una feijoada cocinada en Argentina, unos anticuchos elaborados en Uruguay o una cochinita pibil sazonada en Chile. El concurso fue organizado por los programas de cooperación de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) Ibercultura Viva, Ibercocinas e IberRutas para dar valor a los platos de las comunidades migrantes.
Los diez ganadores son personas migrantes que adaptaron platos típicos de sus países de origen a la realidad culinaria de los lugares de destino y además contaron la historia de la adaptación de la receta y el sentido que tiene para ellos.
La brasileña Djanira Nascimento Abreu se hizo con el galardón con el plato Feijoada de mi madre, que se retrotrae a su infancia en Brasil para explicar lo importante que es preparar ahora la feijoada (un plato de alubias negras con carne y verdura) en Argentina. "Los mayores beneficios de hacerla en Argentina están relacionados al plan de lo simbólico. Cuándo me invaden los sentimientos de añoranza, mi cuerpo se llena de memorias. En esas ocasiones, decido cocinar una feijoada", cuenta Nascimento según un nota de los programas.
Además, explica que es una receta que suele cocinar cuando su casa se torna sala de ensayos del grupo de Samba de Santa Fe que reúne a músicos brasileños y argentinos, otro de los cruces de estos dos países que se dan en su vida. Algo similiar le sucede a Ederlinda Santos, una peruana afincada en Uruguay que alaba la preparación de los anticuchos (brochetas de corazón de res o pollo, las más tradicionales) como un aspecto principal en la cultura de su país desde su periodo colonial.
"El anticucho es uno de los platos bandera de la comida peruana, en su simpleza representa la más cálida acogida a la familia que llega de visita un domingo por la tarde, a las ferias populares, a la actividad pro salud para ayudar a un amigo o familiar enfermo, o simplemente comerte ese ansiado antojo", explica.
Más premios
Sabor a Iberoamérica también ha querido premiar la cochinita pibil (una carne sazonada mexicana que se come en tacos o acompañada de otros alimentos) que hoy cocina Josahandi Avila Pérez en Chile. Para Ávila, esta receta es una unión con su país pero también fue una vía de ingresos en su época de universitaria. "Con esta receta vendí tacos en México durante tres años para ayudarme a pagar mi carrera de universitaria, me volví la taquera preferida de muchos transeúntes de Avenida Coyoacán (Ciudad de México)", asegura.
Según esta mexicana, a la receta de Cochinita Pibil le debe sus estudios, pero no solo eso: "le debo la conexión con mi abuela y todo mi linaje materno acerca de cómo mantener nuestra sazón, de la importancia de nuestros estados de ánimo al cocinar, la conexión con los ingredientes". Dentro de los premiados de este concurso convocado por los programas de cooperación iberoamericana Ibercultura Viva, Ibercocinas e IberRutas, también están una causa limeña cocinada en Paraguay, unas repochetas nicaragüenses y unas pupusas salvadoreñas elaboradas en Costa Rica. EFE
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