Los diez tripulantes de la embarcación permanecen cautivos, mientras que el gobierno belga decidió enviar una comisión para lograr su liberación.
Bélgica enviará un equipo de observadores a Yibuti para seguir la situación del "Pompei", el buque belga secuestrado por piratas el pasado sábado con diez tripulantes a bordo.
Así lo han decidido las autoridades federales durante el Consejo de Ministros restringido que se celebró hoy en Bruselas para analizar este caso, y que se reunirá de nuevo el próximo viernes, según la agencia de noticias Belga.
El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, indicó en un comunicado que este equipo partirá "lo antes posible", y recordó que está previsto que el buque apresado llegue a Somalia durante la jornada de hoy.
Desde el ataque al buque de bandera belga, apresado el pasado sábado a cien millas al norte de las Islas Seychelles, no se ha producido ningún contacto con la tripulación, formada por el capitán, de nacionalidad holandesa, dos belgas, cuatro croatas y tres filipinos.
Una fragata española de la misión europea Atalanta era la que se encontraba más cerca cuando se produjo el secuestro y comenzó a perseguir en su ruta hacia Somalia al navío secuestrado, junto a otros dos barcos de guerra franceses.
El director general del Centro de Crisis del Ministerio del Interior belga, Jaak Raes, ya señaló el pasado sábado que el buque no transportaba ninguna mercancía valiosa y que esperaba que "tarde o temprano" los autores del secuestro iniciasen las negociaciones para liberar a los rehenes.
En este sentido, precisó que no excluía la eventual petición de un rescate, si bien por el momento no ha trascendido ninguna información a este respecto.
EFE
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