Políticos, deportistas, artistas y diplomáticos estuvieron presentes en la despedida del poeta, así como muchos niños y estudiantes de colegios uruguayos.
En medio de un emotivo silencio solo roto por espontáneos aplausos de la multitud, el poeta Mario Benedetti fue sepultado hoy en el Panteón Nacional de Uruguay, acompañado por sus amigos íntimos y cientos de ciudadanos anónimos.
Después de que el cortejo fúnebre recorriera la capital uruguaya junto a gran cantidad de ciudadanos que quisieron acompañar al escritor más querido del país y una de las figuras más importantes de la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX, el féretro fue ubicado al pie del Panteón Nacional.
En medio de una lluvia de flores lanzada por el público, el director de Cultura del Gobierno uruguayo, Hugo Achugar, se dirigió a los asistentes.
"Enterramos a un hombre bueno, al hombre de amplia sonrisa. Hoy enterramos al oficinista, al humorista, al actor de cine que hablaba alemán, hoy enterramos parte de nuestra historia", dijo Achugar.
"También enterramos su bigote, su disnea, la sonrisa pícara... Todo lo demás sigue vivo", subrayó.
Con la muerte de Benedetti "todos se quedan huérfanos, como después de una guerra", subrayó antes de pedir que "todos sigan cantando, como quería Mario, en esta orfandad cargada de futuros".
El cantautor y amigo íntimo de Benedetti Daniel Viglietti también recordó la figura del poeta, que falleció el pasado domingo a los 88 años.
"Imposible separar al Benedetti persona de la obra generada, de la página nacida... Todos sabemos que era un ser ejemplar en su modestia, en su valiente ternura, en su solidaridad. No necesita que lo idealicemos porque es un ideal en sí mismo", afirmó el músico.
Los discursos fueron cerrados por la ministra de Cultura, María Simón.
Políticos, deportistas, artistas y diplomáticos estuvieron presentes en la despedida del poeta, así como muchos niños y estudiantes de colegios de la ciudad. EFE
Después de que el cortejo fúnebre recorriera la capital uruguaya junto a gran cantidad de ciudadanos que quisieron acompañar al escritor más querido del país y una de las figuras más importantes de la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX, el féretro fue ubicado al pie del Panteón Nacional.
En medio de una lluvia de flores lanzada por el público, el director de Cultura del Gobierno uruguayo, Hugo Achugar, se dirigió a los asistentes.
"Enterramos a un hombre bueno, al hombre de amplia sonrisa. Hoy enterramos al oficinista, al humorista, al actor de cine que hablaba alemán, hoy enterramos parte de nuestra historia", dijo Achugar.
"También enterramos su bigote, su disnea, la sonrisa pícara... Todo lo demás sigue vivo", subrayó.
Con la muerte de Benedetti "todos se quedan huérfanos, como después de una guerra", subrayó antes de pedir que "todos sigan cantando, como quería Mario, en esta orfandad cargada de futuros".
El cantautor y amigo íntimo de Benedetti Daniel Viglietti también recordó la figura del poeta, que falleció el pasado domingo a los 88 años.
"Imposible separar al Benedetti persona de la obra generada, de la página nacida... Todos sabemos que era un ser ejemplar en su modestia, en su valiente ternura, en su solidaridad. No necesita que lo idealicemos porque es un ideal en sí mismo", afirmó el músico.
Los discursos fueron cerrados por la ministra de Cultura, María Simón.
Políticos, deportistas, artistas y diplomáticos estuvieron presentes en la despedida del poeta, así como muchos niños y estudiantes de colegios de la ciudad. EFE
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