Bolivia acumula, desde el inicio de la pandemia, 580 690 casos positivos y 19 576 muertes a causa de la COVID-19.
Bolivia informó de 2 882 nuevos contagios y 22 fallecimientos a causa de la COVID-19, con lo que las cifras acumuladas desde marzo del año pasado ascendieron a 580 690 casos positivos y 19 576 muertes.
El último reporte del Ministerio de Salud boliviano detalla que la mayoría de los nuevos casos se registraron en la región oriental de Santa Cruz, la mayor y más golpeada por la pandemia en el país, que atraviesa por una cuarta ola.
Santa Cruz tuvo 1 937 nuevos casos, seguida por la central Cochabamba con 346, la sureña Tarija con 315 y Chuquisaca con 106, mientras que en las otras cinco regiones las cifras variaron entre 21 y 61, indica el reporte.
Los casos activos actualmente son 38 501 y el acumulado de pacientes recuperados es de 522 613, agrega el informe.
La tasa de letalidad en esta cuarta ola, que comenzó en octubre, es de 0,9 %, según las autoridades sanitarias.
Los nuevos casos reportados en Santa Cruz son la cifra más elevada que registra esa región en toda la pandemia, informó el director de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) cruceño, Carlos Hurtado.
Ese departamento también registró un fallecido no vacunado en las últimas horas, por lo que Hurtado resaltó la importancia de la inmunización que está ayudando a contener el avance de la enfermedad.
Vacunación en Bolivia
En cuanto a la vacunación contra la COVID-19, el informe nacional detalla que hasta el momento 4 508 822 mayores de 18 años han recibido la primera dosis de vacunas anticovid, otras 3 550 026 la segunda y 983 511 fueron inmunizadas con fármacos unidosis.
Además, 514 570 mayores de 18 años y personas con enfermedades de base han recibido terceras dosis de vacunas como refuerzo.
Según el informe, 460 147 adolescentes de 12 a 17 años recibieron primeras dosis y 291 066 completaron el esquema de vacunación, mientras que 164 683 niños de 5 a 11 años han sido inmunizados con primeras dosis.
Bolivia puso en marcha la vacunación contra la COVID-19 a finales de enero con el personal de salud de primera línea y la amplió en el transcurso del año a otros sectores hasta incluir desde el pasado 9 de diciembre a los niños de 5 a 11 años previo consentimiento de sus padres o tutores legales.
El país emplea vacunas chinas Sinopharm y rusas Sputnik V compradas por el Gobierno nacional, y los fármacos AstraZeneca, Pfizer y Janssen donados mediante el mecanismo Covax de Naciones Unidas.
Las autoridades nacionales dispusieron que desde el próximo 1 de enero se deberá presentar el carné de vacunación contra la COVID-19 o una prueba PCR negativa con no más de 48 horas de antigüedad para ingresar a lugares concurridos, como mercados, templos, centros educativos e instituciones públicas, entre otros.
EFE
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