'Será una economía fuerte, mucho más desarrollada desde el punto de vista tecnológico y el educativo', afirmó el presidente de Brasil.
Brasil se convertirá 'entre el 2016 y el 2020 como muy tarde en la quinta economía del mundo', según la predicción de su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
'Será una economía fuerte, mucho más desarrollada desde el punto de vista tecnológico y el educativo y también 'aún más democrática que la actual', afirma Lula, en una entrevista con el diario Financial Times.
El presidente brasileño pronostica un crecimiento económico del 5 por ciento o más en el 2010 y dice que el país seguirá creciendo 'de modo sostenible' en los años siguientes.
'Es un momento glorioso, casi mágico de la historia del Brasil', afirma Lula tras explicar que el país tendrá que acometer un ingente programa de inversiones con vistas al Mundial de Fútbol en el 2014 y los JJ.OO. de Río, dos años más tarde.
Lula participa hoy en Londres en un seminario sobre inversiones en Brasil organizado por el Financial Times y, tras una audiencia con la reina Isabel II, recibirá el premio del Instituto de Relaciones Internacionales de Londres Chatham House, que reconoce anualmente 'la aportación más significativa a la mejora de las relaciones internacionales en el año anterior'.
Lula afirma que su presencia en esta capital, como los viajes que realizará a Alemania y, el próximo año, a España tiene como objetivo precisamente atraer inversiones privadas a su país en beneficio de sectores como el petrolero, la construcción o los trenes de alta velocidad.
En su entrevista con el periódico británico, Lula afirma que, aunque Brasil debe 'hacer ajustes como otros', 'no hay ningún otro país que tenga actualmente una posición fiscal tan sana' y recuerda al respecto que hay un proyecto de Ley de reforma fiscal ante el Congreso.
Preguntado por cómo capeó Brasil la crisis económica, Lula explica que su gobierno comenzó a adaptar una serie de medidas en el 2007 'sin saber que iba a haber crisis'.
Cuando estalló, se tomaron medidas contracíclicas que facilitaron los créditos y la financiación de sectores concretos de la economía, se procedió a una reducción de los impuestos que gravan los automóviles, las lavadoras, la maquinaria agrícola o el material de construcción.
Según Lula, su Gobierno no trabaja con la idea de que la crisis ha terminado, pero sí que 'se puede superar' y se propone para ello seguir impulsado las inversiones en una economía diversificada.
En relación con la próxima cumbre sobre el cambio climático de Copenhague, el presidente brasileño expone el compromiso de su país de reducir en un 80 por ciento de aquí al año 2020 la deforestación de la Amazonía.
Brasil quiere contribuir a la lucha contra el calentamiento del planeta, dice Lula, quien señala que presentará en Copenhague una propuesta formal, que no tiene por qué aceptar todo el mundo, pero que su país se comprometerá a cumplir.
No tiene sentido buscar un acuerdo que luego los países no puedan cumplir, una propuesta que resulte inviable, afirma.
En relación con el estado de las relaciones entre el Brasil y otros países de América Latina, señala que son 'lo mejores posibles' y afirma que la democracia es 'extraordinaria porque permite vivir democráticamente en la diversidad'.
Lula pone como un ejemplo para la región la unificación de Europa, que califica como la 'mejor demostración de que con voluntad política pueden superarse todo tipo de obstáculos'.
'Brasil está desarrollando alianzas con todos los países dentro del respeto de la soberanía de cada uno', asegura.
-EFE
'Será una economía fuerte, mucho más desarrollada desde el punto de vista tecnológico y el educativo y también 'aún más democrática que la actual', afirma Lula, en una entrevista con el diario Financial Times.
El presidente brasileño pronostica un crecimiento económico del 5 por ciento o más en el 2010 y dice que el país seguirá creciendo 'de modo sostenible' en los años siguientes.
'Es un momento glorioso, casi mágico de la historia del Brasil', afirma Lula tras explicar que el país tendrá que acometer un ingente programa de inversiones con vistas al Mundial de Fútbol en el 2014 y los JJ.OO. de Río, dos años más tarde.
Lula participa hoy en Londres en un seminario sobre inversiones en Brasil organizado por el Financial Times y, tras una audiencia con la reina Isabel II, recibirá el premio del Instituto de Relaciones Internacionales de Londres Chatham House, que reconoce anualmente 'la aportación más significativa a la mejora de las relaciones internacionales en el año anterior'.
Lula afirma que su presencia en esta capital, como los viajes que realizará a Alemania y, el próximo año, a España tiene como objetivo precisamente atraer inversiones privadas a su país en beneficio de sectores como el petrolero, la construcción o los trenes de alta velocidad.
En su entrevista con el periódico británico, Lula afirma que, aunque Brasil debe 'hacer ajustes como otros', 'no hay ningún otro país que tenga actualmente una posición fiscal tan sana' y recuerda al respecto que hay un proyecto de Ley de reforma fiscal ante el Congreso.
Preguntado por cómo capeó Brasil la crisis económica, Lula explica que su gobierno comenzó a adaptar una serie de medidas en el 2007 'sin saber que iba a haber crisis'.
Cuando estalló, se tomaron medidas contracíclicas que facilitaron los créditos y la financiación de sectores concretos de la economía, se procedió a una reducción de los impuestos que gravan los automóviles, las lavadoras, la maquinaria agrícola o el material de construcción.
Según Lula, su Gobierno no trabaja con la idea de que la crisis ha terminado, pero sí que 'se puede superar' y se propone para ello seguir impulsado las inversiones en una economía diversificada.
En relación con la próxima cumbre sobre el cambio climático de Copenhague, el presidente brasileño expone el compromiso de su país de reducir en un 80 por ciento de aquí al año 2020 la deforestación de la Amazonía.
Brasil quiere contribuir a la lucha contra el calentamiento del planeta, dice Lula, quien señala que presentará en Copenhague una propuesta formal, que no tiene por qué aceptar todo el mundo, pero que su país se comprometerá a cumplir.
No tiene sentido buscar un acuerdo que luego los países no puedan cumplir, una propuesta que resulte inviable, afirma.
En relación con el estado de las relaciones entre el Brasil y otros países de América Latina, señala que son 'lo mejores posibles' y afirma que la democracia es 'extraordinaria porque permite vivir democráticamente en la diversidad'.
Lula pone como un ejemplo para la región la unificación de Europa, que califica como la 'mejor demostración de que con voluntad política pueden superarse todo tipo de obstáculos'.
'Brasil está desarrollando alianzas con todos los países dentro del respeto de la soberanía de cada uno', asegura.
-EFE
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