Siete de los ocho reos fugados, son considerados peligrosos y estaban presos por delitos federales y uno por un delito del fuero común.
Ocho presos fugados de una prisión de Culiacán, en el norteño estado de Sinaloa, son buscados por efectivos del Ejército mexicano, que lograron detener a otro interno en el momento en que abandonaba el túnel utilizado para la huida, informaron hoy fuentes policiales.
Tras la fuga, que tuvo lugar ayer por la tarde, el director y el subdirector de la prisión, así como el jefe de custodios y cuatro agentes, prestan su declaración ante las autoridades judiciales, explicó a Efe un portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Los reos habían construido a partir del taller de herrería de la prisión un pequeño túnel -de unos catorce metros de longitud y con el espacio justo para que pase una persona- que se derrumbó parcialmente en su entrada, lo que precipitó la fuga en horas de la noche.
Siete de los ocho presos fugados estaban presos por delitos federales y uno por un delito del fuero común y sobre ellos pesaban delitos graves como secuestro, por lo que son considerados como peligrosos, añadieron las fuentes.
El noveno interno, identificado como Juan Carlos Quintero, pudo ser apresado al ser el último en salir del túnel y se le decomisó un arma de fuego de calibre nueve milímetros con silenciador.
El penal de Culiacán, llamado oficialmente Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito, cuenta en la actualidad con una población reclusa de 3.040 internos.
EFE
Tras la fuga, que tuvo lugar ayer por la tarde, el director y el subdirector de la prisión, así como el jefe de custodios y cuatro agentes, prestan su declaración ante las autoridades judiciales, explicó a Efe un portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Los reos habían construido a partir del taller de herrería de la prisión un pequeño túnel -de unos catorce metros de longitud y con el espacio justo para que pase una persona- que se derrumbó parcialmente en su entrada, lo que precipitó la fuga en horas de la noche.
Siete de los ocho presos fugados estaban presos por delitos federales y uno por un delito del fuero común y sobre ellos pesaban delitos graves como secuestro, por lo que son considerados como peligrosos, añadieron las fuentes.
El noveno interno, identificado como Juan Carlos Quintero, pudo ser apresado al ser el último en salir del túnel y se le decomisó un arma de fuego de calibre nueve milímetros con silenciador.
El penal de Culiacán, llamado oficialmente Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito, cuenta en la actualidad con una población reclusa de 3.040 internos.
EFE
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