Familiares de las víctimas denunciaron que éstas pudieron salvarse si hubiera existido una alerta de maremoto. Sismo dejó más de dos millones de afectados y un saldo de 500 muertos.
Familiares y abogados de víctimas del terremoto y posterior maremoto del pasado 27 de febrero presentaron sendas querellas en contra de las autoridades y los responsables del aeropuerto de Santiago por supuestas negligencias durante la catástrofe que provocaron varios muertos y heridos.
La primera de ellas, la interpuso Waldo Márquez por la falta de alerta de tsunami en la localidad de Constitución, una de las más afectadas por el cataclismo, que provocó la muerte de su madre, Fidelisa Lastra, de 77 años.
Márquez dijo a los periodistas que su madre y otras víctimas podrían haberse salvado si hubiera existido una alerta de maremoto.
Afirmó que su casa resistió bien el terremoto y que, de hecho, su madre ingresó a ella para recuperar su celular "y regresó con el aparato para estar atenta a algún llamado de bomberos, carabineros o cualquiera otra autoridad, pero no hubo nada".
En tanto, el senador Guido Girardi y el abogado Samuel Donoso, encabezaron una querella de un grupo de personas por las lesiones graves que sufrieron a raíz del movimiento telúrico, cuando se encontraban en el aeropuerto internacional de Santiago.
Dos de las víctimas fueron Marianela Poo y su hija Macarena Franz, quienes cayeron desde un tercer piso mientras intentaban escapar.
Franz relató a los periodistas que en el momento del terremoto "todo el mundo intentó escapar, pero nos encontramos que no habían vías de evacuación, nada señalizado, arrancamos a lo más cerca que teníamos".
El abogado Donoso sostuvo que las lesiones de las dos mujeres son de exclusiva responsabilidad de la concesionaria del Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
"Han sido negligencias en la construcción de diseño de las pasarelas, en la señalética del aeropuerto y en las medidas de evacuación del aeropuerto las que han producido los hechos dañosos de que ellas son víctimas", declaró.
El terremoto y posterior maremoto dejaron un saldo de casi 500 muertos, dos millones de damnificados y graves daños en la estructura vial e inmobiliaria.
Al sismo le han seguido hasta ahora cerca de 400 réplicas, muchas de ellas de más de cinco grados de magnitud en la escala de Richter.
EFE
La primera de ellas, la interpuso Waldo Márquez por la falta de alerta de tsunami en la localidad de Constitución, una de las más afectadas por el cataclismo, que provocó la muerte de su madre, Fidelisa Lastra, de 77 años.
Márquez dijo a los periodistas que su madre y otras víctimas podrían haberse salvado si hubiera existido una alerta de maremoto.
Afirmó que su casa resistió bien el terremoto y que, de hecho, su madre ingresó a ella para recuperar su celular "y regresó con el aparato para estar atenta a algún llamado de bomberos, carabineros o cualquiera otra autoridad, pero no hubo nada".
En tanto, el senador Guido Girardi y el abogado Samuel Donoso, encabezaron una querella de un grupo de personas por las lesiones graves que sufrieron a raíz del movimiento telúrico, cuando se encontraban en el aeropuerto internacional de Santiago.
Dos de las víctimas fueron Marianela Poo y su hija Macarena Franz, quienes cayeron desde un tercer piso mientras intentaban escapar.
Franz relató a los periodistas que en el momento del terremoto "todo el mundo intentó escapar, pero nos encontramos que no habían vías de evacuación, nada señalizado, arrancamos a lo más cerca que teníamos".
El abogado Donoso sostuvo que las lesiones de las dos mujeres son de exclusiva responsabilidad de la concesionaria del Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
"Han sido negligencias en la construcción de diseño de las pasarelas, en la señalética del aeropuerto y en las medidas de evacuación del aeropuerto las que han producido los hechos dañosos de que ellas son víctimas", declaró.
El terremoto y posterior maremoto dejaron un saldo de casi 500 muertos, dos millones de damnificados y graves daños en la estructura vial e inmobiliaria.
Al sismo le han seguido hasta ahora cerca de 400 réplicas, muchas de ellas de más de cinco grados de magnitud en la escala de Richter.
EFE
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