Seúl pretende desplegar el THAAD para contrarrestar hipotéticos ataques de misiles de Corea del Norte.
Corea del Sur y China han protagonizado un nuevo encontronazo por la oposición de Pekín al plan de Seúl y Washington de instalar el polémico escudo antimisiles estadounidense THAAD en territorio surcoreano.
La Presidencia de Corea del Sur expresó hoy públicamente su malestar después de que el embajador chino en Seúl, Qiu Guohong, advirtiera de una ruptura "instantánea" de los lazos bilaterales en caso de que siga adelante el proyecto del THAAD.
En un tono inusualmente elevado, Qiu agregó que la instalación del escudo antimisiles también podría poner en peligro la seguridad de Corea del Sur, según sus declaraciones recogidas ayer por la agencia local Yonhap.
Seúl pretende desplegar el THAAD para contrarrestar hipotéticos ataques de misiles de Corea del Norte, pero se ha encontrado con la fuerte oposición de Pekín, que considera que sus potentes radares permitirían a EEUU captar información militar confidencial en territorio chino.
Las últimas declaraciones del diplomático chino no han gustado en el Gobierno de Corea del Sur, que las considera una especie de amenaza o coacción.
La instalación del escudo antimisiles estadounidense "es un asunto que debe decidirse de acuerdo con los intereses nacionales y de seguridad, y China tendrá que reconocer este hecho", respondió hoy la Presidencia surcoreana a través de un portavoz.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores surcoreano se mostró más cauto y expresó en un comunicado su voluntad de escuchar los argumentos de China, además de pedir "esfuerzos conjuntos (de ambos gobiernos) con base en la confianza mutua"
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