Los tres exmandatarios estadounidenses buscan concienciar y trasladar confianza en el proceso de vacunación, especialmente sobre su seguridad y eficacia.
Los expresidentes estadounidenses Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton se han ofrecido voluntarios para vacunarse públicamente contra la COVID-19 y despejar así las posibles dudas en materia de seguridad sobre la campaña de vacunación.
Los tres exmandatarios, que se someterán a la vacuna una vez la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos autorice una, buscan así concienciar y trasladar confianza en el proceso de vacunación, especialmente sobre su seguridad y eficacia.
Freddy Ford, jefe de Gabinete de Bush, ha indicado en declaraciones a la cadena CNN, que el que fuera el 43º presidente de Estados Unidos se ha puesto en contacto con el principal responsable científico de la lucha contra el coronavirus en el país, Anthony Fauci, para poner en marcha una campaña de concienciación en el país más golpeado del mundo por la pandemia.
"Hace unas semanas el expresidente Bush dijo a Fauci que cuando sea el momento quiere hacer lo que pueda para ayudar a los ciudadanos a decidirse y vacunarse", manifestó Ford.
"Primero las vacunas tienen que estar listas para ser administradas a la población de riesgo. Después, el presidente Bush estará dispuesto a ponérsela ante la cámara", explicó.
El jefe de prensa de Bill Clinton, Angel Urena, también ha confirmado que está dispuesto a administrársela. "Se la pondrá tan pronto como sea posible", indicó.
Barack Obama, por su parte, afirmó que "se fía de gente como Fauci, con el que ha trabajado". "Si Fauci me dice que me vacune, que es seguro, lo haré, absolutamente", insistió.
(Con información de Europa Press)
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