La medida se ha tomado días después de que España denunciase que una partida de test de detección rápida del coronavirus comprados a la compañía china Shenzhen Bioeasy Biotechnology habían resultado defectuosos.
Las autoridades chinas exigirán a partir de este miércoles documentación adicional para permitir a las empresas del país exportar equipos y material médico relacionados con la pandemia, como test de detección del coronavirus, mascarillas, trajes de protección, respiradores y termómetros de infrarrojos.
En un comunicado conjunto emitido el martes por la noche, el Ministerio de Comercio, la Administración General de Aduanas y la Administración Nacional de Productos Médicos establecen que las compañías chinas que exporten este tipo de material deberán aportar pruebas de que los productos están registrados oficialmente ante las autoridades del país y cumplen los estándares de calidad de las naciones de destino.
Así pues, los controles aduaneros chinos solo permitirán la salida de aquellos productos que cuenten con la certificación de las administraciones sanitarias. Según el documento, la decisión se ha tomado, para "garantizar la calidad y la seguridad" de los productos, y para que estos "cumplan con los requisitos" y los estándares de los países que los compran.
La medida se ha tomado días después de que España denunciase que una partida de test de detección rápida del coronavirus comprados a la compañía china Shenzhen Bioeasy Biotechnology habían resultado defectuosos. Esa empresa no figuraba en la lista de proveedores autorizados entregada por China a España -sí contaba con la homologación CE de la Unión Europea (UE)-, aunque Madrid indicó que la compra se inició antes de recibir dicho listado.
Asimismo, en Holanda se retiraron más de 600.000 mascarillas procedentes de China al determinar las autoridades locales que no eran adecuadas para que los sanitarios las usaran. Según el diario hongkonés South China Morning Post, tan solo 21 de las 102 compañías chinas del sector con homologación CE cuentan también con una licencia que les permite vender en China.
Fuentes del sector citadas por ese rotativo aseguran que la nueva medida tendrá un impacto negativo en las compañías que estaban acumulando inventario para exportar a los países más afectados por la pandemia, ya que la obtención de las licencias necesarias habitualmente lleva de uno a tres años.
(Con información de EFE)
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