Barcazas de migrantes sin asistencia y otras pateras continúan llegando de forma autónoma a las costas de Malta o Italia ante la resistencia a recibirlos por la falta de lugares adecuados para una cuarentena por COVID-19.
Con los puertos de Malta e Italia cerrados por las disposiciones de seguridad para frenar la pandemia de la COVID-19, el Mediterráneo Central se sume en el caos con barcazas de migrantes sin asistencia y otras pateras que llegan de forma autónoma a las costas de Sicilia.
A las cinco de la madrugada de hoy, un bote neumático con 77 migrantes procedentes de países del África subsahariana llegaba a las costas de Portopalo di Capo Passero, en la provincia de Siracusa, en la isla italiana de Sicilia. Sólo unos pescadores se dieron cuenta de la llegada de la barcaza.
El alcalde de la localidad, Gaetano Montoneri, explicó que debido a las disposiciones decretadas por la pandemia, a todos ellos se les tomó la temperatura y se procederá a realizarles pruebas del coronavirus, pero el gran problema es que no existe un lugar donde puedan pasar la cuarentena que es obligatoria.
Lo mismo ocurrió este domingo en Pozzallo, en Sicilia, cuando otra lancha neumática con cerca 100 migrantes llegó al puerto y el alcalde de la localidad, Roberto Ammatuna, ha pedido ayuda, ya que el centro de acogida local se encuentra en cuarentena porque uno de los migrantes, un joven de 15 años, dio positivo por coronavirus.
Finalmente, los 100 migrantes fueron trasladados a un centro en Ragusa, pero 32 alcaldes sicilianos han pedido en una carta al Gobierno italiano que dé una solución ante la llegada de migrantes a sus costas y la imposibilidad de ponerles en cuarentena, en un momento en el que, además, tienen también que atender a la emergencia del nuevo coronavirus.
Esperan por una solución
Tras ocho días con 149 personas a bordo, el Alan Kurdi, de la ONG alemana Sea Eye, sigue esperando una solución por parte de Italia que le ha negado el permiso de atracar.
Italia anunció que los migrantes rescatados por este barco serían trasladados a una nave de la Guardia Costera para que queden en cuarentena .
"Realmente apreciamos la generosa y humanitaria oferta del Gobierno italiano para transferir a nuestros huéspedes a un barco más grande con la atención adecuada, estamos increíblemente agradecidos por esta propuesta. Sin embargo, aún no hemos recibido ninguna orden oficial y especialmente nada de nuestro Estado de bandera, Alemania, que es responsable en esta situación y debe actuar ahora", explicó a EFE la ONG.
El presidente de la región de Sicilia, Nello Musumeci, ha pedido que se ponga a disposición un barco para que todos los migrantes que lleguen se pongan en cuarentena y explicó que ya tienen localizado un ferri que se iba a convertir en hospital para pacientes del coronavirus.
En búsqueda de barcazas a la deriva
Una mujer embarazada suplica que les vengan a rescatar. Llevan más de 56 horas en el mar, varias personas están inconscientes y su hijo de siete años se encuentra mal, así se escucha en el audio difundido por Alarm Phone, una línea telefónica puesta en marcha por activistas que recibe las llamadas de los migrantes que se encuentran en peligro en el Mediterráneo Central.
En las últimas horas, explican en Twitter, habían mantenido la comunicación con dos barcas con 47 y 55 personas, respectivamente, mientras que perdió el contacto con otras dos.
Una de ellas se cree que es la que llegó a Portopalo, de la otra no se tienen noticias y en un primer momento se afirmó que se había visto volcada, pero tanto la guardia costera italiana como la maltesa aseguran que no se trata de un naufragio sino de una lancha abandonada.
"¿Dónde está la cuarta barca?, pregunta la ONG Sea Watch en un comunicado, en el que señala que en las últimas horas no se ha producido ningún tipo de actividad de las guardias costeras libias, italianas o maltesas y que la Agencia Europea de Control de Fronteras Externas (Frontex) comunicó el 10 de abril que había localizado 4 barcos.
Por su parte, el barco Aita Mari, operado por la ONG española Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), se dirigía a España después de estar atracado en el puerto de Siracusa cuando decidió desviar el rumbo para ir a buscar a las pateras en apuros.
A las pocas horas localizó la barca con 47 migrantes, de los que 6 están inconscientes y hay una mujer embarazada.
La ONG explicó a EFE que por el momento las autoridades de Malta han dado su autorización para repartir chalecos salvavidas, agua y comida a los migrantes y se ha asegurado la flotabilidad, pero no permite que puedan ser trasladados a bordo.
Los migrantes ,explican, "necesitan urgente asistencia médica", ya el Aita Mari se encuentra sin tripulación de rescate y sanitaria y sólo navega con la dotación mínima de siete marinos que se están ocupando de todo.
Peticiones para continuar rescates
"Los migrantes y los refugiados deben incluirse plenamente en los planes nacionales de respuesta al Covid19. La protección de los derechos de los migrantes y refugiados también protegerán la salud pública y contendrá la propagación del virus.Hay personas en el mar que necesitan urgentemente ser rescatadas y llevadas a puertos seguros", escribió la Organización Internacional para las Migraciones respecto a la situación en Italia.
Además, un grupo de 26 senadores, diputados y parlamentarios europeos italianos pertenecientes a la coalición gubernamental han escrito al presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, para pedirle que sigan ayudando a quienes "necesitan ser rescatados en el mar".
"Recibimos noticias de un naufragio de barcos con su carga de personas que intentan desesperadamente llegar a las costas europeas. Pedimos al Gobierno italiano que intervenga antes de que sea demasiado tarde", escriben.
(Con información de EFE)
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