Al menos 60 personas han fallecido debido a la tempestad, considerada la más virulenta de la ultima década. El país más afectado es Francia.
Equipos de rescate intentaban socorrer este lunes a cientos de personas después de que la tormenta de invierno más virulenta de la última década dejara 60 muertos en Europa occidental, la mayoría de ellos en Francia.
La costa atlántica de Francia fue azotada por la tormenta Xynthia, que desató vendavales y lluvias torrenciales el domingo, forzando al gobierno francés a declarar el estado de emergencia.
En Francia, el último balance era de 50 muertos y por lo menos nueve desaparecidos; 220.000 hogares seguían además sin electricidad este lunes al mediodía, según informaron las autoridades.
Por lo menos cinco personas murieron en Alemania, tres en España, una en Portugal y una en Bélgica.
Más de 9.000 bomberos y socorristas franceses, apoyados por botes y helicópteros, se desplazaron el lunes a las zonas afectadas para socorrer a los damnificados.
Olas de más de ocho metros obligaron a muchas personas en las regiones de Vendée y Charente (oeste) a treparse a los techos de sus casas, a pesar de habría sido tan desastroso, ya que la tormenta sorprendió a la gente mientras dormía", señaló el ministro del Interior, Brice Hortefeux, a la radio France Info.
"Junto con mi novia, alcanzamos a treparnos al techo por la ventana porque el agua subía rápidamente," indicó Fabrice Petit du Bosquet, un habitante de L'Aiguillon-sur-Mer, donde cientos de familias debieron pasar la noche en albergues improvisados en escuelas y salas de baile.
Los devastadores efectos de la tormenta han encendido ya una polémica sobre la política de urbanismo en las zonas costeras.
-AFP-
La costa atlántica de Francia fue azotada por la tormenta Xynthia, que desató vendavales y lluvias torrenciales el domingo, forzando al gobierno francés a declarar el estado de emergencia.
En Francia, el último balance era de 50 muertos y por lo menos nueve desaparecidos; 220.000 hogares seguían además sin electricidad este lunes al mediodía, según informaron las autoridades.
Por lo menos cinco personas murieron en Alemania, tres en España, una en Portugal y una en Bélgica.
Más de 9.000 bomberos y socorristas franceses, apoyados por botes y helicópteros, se desplazaron el lunes a las zonas afectadas para socorrer a los damnificados.
Olas de más de ocho metros obligaron a muchas personas en las regiones de Vendée y Charente (oeste) a treparse a los techos de sus casas, a pesar de habría sido tan desastroso, ya que la tormenta sorprendió a la gente mientras dormía", señaló el ministro del Interior, Brice Hortefeux, a la radio France Info.
"Junto con mi novia, alcanzamos a treparnos al techo por la ventana porque el agua subía rápidamente," indicó Fabrice Petit du Bosquet, un habitante de L'Aiguillon-sur-Mer, donde cientos de familias debieron pasar la noche en albergues improvisados en escuelas y salas de baile.
Los devastadores efectos de la tormenta han encendido ya una polémica sobre la política de urbanismo en las zonas costeras.
-AFP-
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