El gobierno argumenta el comportamiento irresponsable que algunos usuarios hacen de la tecnología móvil, por ello ha decidido tomar cartas en el asunto.
Un código ético para el uso del móvil,
tratará de regular en Egipto el comportamiento que los usuarios
hacen de este sistema de comunicación, según la Autoridad Nacional
Reguladora de las Telecomunicaciones de Egipto (NTRA, sus siglas en
inglés)
El Gobierno de este país, de 80 millones de habitantes y mayoría musulmana, es consciente del "aumento e intensidad de los problemas y del comportamiento irresponsable que algunos usuarios hacen de la tecnología móvil" y ha decidido tomar cartas en el asunto.
El teléfono móvil es, en ocasiones, un objeto de culto y hay quien le gusta recibir llamadas en público para demostrar que tiene muchos amigos o clientes para su negocio.
"Comprar un móvil se ha convertido en un símbolo de estatus y es una manera de presumir", explica a Efe la profesora de sociología de la Universidad Americana de El Cairo Nazek Nosseir.
La NTRA comienza su código con una declaración sobre las bondades de estos aparatitos que tanto han cambiado la vida del ser humano en algo más de una década.
El teléfono móvil es una tecnología beneficiosa para la humanidad, así que no lo use nunca para molestar o acosar a nadie, reza el primer punto de la normativa.
El uso del móvil es un reflejo del carácter de este país de historia milenaria, que cuenta con unas especificidades culturales que le han hecho llegar al siglo XXI con una explosiva mezcla de mentalidad tradicional y nuevas tecnologías.
A las escenas del uso de móviles en el cine o al volante, hay que añadir historias de mujeres que sufren un auténtico acoso telefónico de enamorados y espontáneos, que muchas veces rozan el delito.
El problema del acoso a las mujeres es un problema real del que se habla con normalidad, se refleja en los medios de comunicación y sobre el que el Gobierno se ha pronunciado en más de una ocasión, y como no podía ser de otra manera, tiene su reflejo en el uso del móvil.
Es el caso de Elsa, una española que lleva casi un año viviendo en El Cairo y que nunca contesta llamadas de números desconocidos, especialmente las que llegan por la noche.
"Con frecuencia recibo llamadas de números desconocidos, muchas veces de madrugada y a veces siempre el mismo; esto me obliga a silenciar el teléfono, pero a veces se me olvida y me despiertan", explica con resignación.
Las 16 normas de código de comportamiento explican al usuario, entre otras cosas, que no debe llamar en las horas de sueño, asegurarse de marcar bien para no molestar a otras personas y no enviar mensajes con lenguaje inapropiado o fotos comprometedoras.
El móvil es tan importante en la vida de los egipcios que gente de a pie pone de tono "Alá es grande" o la llamada a la oración, hermosa muestra de devoción religiosa, que a partir hora, si los egipcios hacen caso de este nuevo código ético, los de alrededor escucharán a un volumen significativamente inferior. EFE
El Gobierno de este país, de 80 millones de habitantes y mayoría musulmana, es consciente del "aumento e intensidad de los problemas y del comportamiento irresponsable que algunos usuarios hacen de la tecnología móvil" y ha decidido tomar cartas en el asunto.
El teléfono móvil es, en ocasiones, un objeto de culto y hay quien le gusta recibir llamadas en público para demostrar que tiene muchos amigos o clientes para su negocio.
"Comprar un móvil se ha convertido en un símbolo de estatus y es una manera de presumir", explica a Efe la profesora de sociología de la Universidad Americana de El Cairo Nazek Nosseir.
La NTRA comienza su código con una declaración sobre las bondades de estos aparatitos que tanto han cambiado la vida del ser humano en algo más de una década.
El teléfono móvil es una tecnología beneficiosa para la humanidad, así que no lo use nunca para molestar o acosar a nadie, reza el primer punto de la normativa.
El uso del móvil es un reflejo del carácter de este país de historia milenaria, que cuenta con unas especificidades culturales que le han hecho llegar al siglo XXI con una explosiva mezcla de mentalidad tradicional y nuevas tecnologías.
A las escenas del uso de móviles en el cine o al volante, hay que añadir historias de mujeres que sufren un auténtico acoso telefónico de enamorados y espontáneos, que muchas veces rozan el delito.
El problema del acoso a las mujeres es un problema real del que se habla con normalidad, se refleja en los medios de comunicación y sobre el que el Gobierno se ha pronunciado en más de una ocasión, y como no podía ser de otra manera, tiene su reflejo en el uso del móvil.
Es el caso de Elsa, una española que lleva casi un año viviendo en El Cairo y que nunca contesta llamadas de números desconocidos, especialmente las que llegan por la noche.
"Con frecuencia recibo llamadas de números desconocidos, muchas veces de madrugada y a veces siempre el mismo; esto me obliga a silenciar el teléfono, pero a veces se me olvida y me despiertan", explica con resignación.
Las 16 normas de código de comportamiento explican al usuario, entre otras cosas, que no debe llamar en las horas de sueño, asegurarse de marcar bien para no molestar a otras personas y no enviar mensajes con lenguaje inapropiado o fotos comprometedoras.
El móvil es tan importante en la vida de los egipcios que gente de a pie pone de tono "Alá es grande" o la llamada a la oración, hermosa muestra de devoción religiosa, que a partir hora, si los egipcios hacen caso de este nuevo código ético, los de alrededor escucharán a un volumen significativamente inferior. EFE
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